Pacheco, vencedor del olvido

Por Mauricio Flores

José Emilio Pacheco (1939-2014) fue siempre un escritor enamorado. Su contemplación múltiple, enfocada en cada espacio a las cuestiones más sensibles, se extendió a lo largo de más de cinco décadas siendo el resultado un canon de amor compartido con miles de lectores. Afirmación de humanidad y mundo y vida plena. Hombre literatura, sin duda alguna. De esa literatura “palabra escrita sobre la arena”, como anota Laura Emilia Pacheco, a cargo de la selección y el prólogo de El infinito naufragio, una oportunísima antología del autor de Las batallas en el desierto, quizás su título más reconocido y publicado originalmente hace casi cuarenta años.

        Además de narrativa, claro está, esta antología incluye obra en poesía y periodismo cultural, específicamente una muestra de la vastedad publicada en la columna Inventario, de suyo una especie de híbrido imaginativo donde cabe todo. Crítica, historia, crónica, estampas, diálogos, divagaciones… aparecidas por cientos durante años en la revista Proceso, y la cual Pacheco rubricaba simplemente JEP. Es tal la riqueza y diversidad de los inventarios, editados en paralelo recientemente por El Colegio Nacional, que la propia Laura Emilia hubo de dividir en su selección en tres fracciones.

        Heredero de excelencia de la mejor tradición literaria nacional, Pacheco alcanzó una bibliografía básica de alrededor de cincuenta títulos, enlistados en este nuevo libro. ¿Antología definitiva?, preguntará el lector. Tal vez no, puesto que todo trabajo de quintaesencia y compendio resulta injusto. “Siempre habrá un texto faltante o uno que sobre, según el juicio y la memoria de cada lector”, sugiere Laura Emilia. Lo que no le impide mostrar “los múltiples talentos” del autor (su padre) y entregarnos “una afirmación rotunda de la vida ante un presente que nos acecha y nos acosa con la destrucción”.

        “Un homenaje a la memoria contra el olvido —obtiene Laura Emilia—, a la cultura contra la entropía, a la vida contra el tiempo”.

        Es cierto, toda antología resulta “injusta”. “Siempre habrá un texto faltante o uno que sobre, según el juicio y la memoria de cada lector. Se dejó fuera, por ejemplo, Las batallas en el desierto, la célebre novela corta de Pacheco, por exceder los límites de esta edición, pero se incluyó muchos otros que conforman un retrato completo de su vasta obra”.

        Volverá (con este, en este infinito naufragio) el lector a Pacheco; o lo descubrirá por primera vez. Un Pacheco también irónico y juguetón, reflejo a la vez de su modesta y dilatada sapiencia, como lo manifiesta el bellísimo relato “La niña de Mixcoac”, el último obsequio narrativo del autor a sus lectores (cuento fantástico publicado por la UNAM en Sólo cuento, 2012) donde, pasados los años, un hombre (niño sin nombre) busca el reencuentro con el amor primero (Lupita), no obstante “el cuervo gira sobre nuestras cabezas y repite eternamente nunca más, nunca más”.

        El infinito naufragio. Antología general. José Emilio Pacheco, Selección y prólogo de Laura Emilia Pacheco, Hotel de las Letras, México, 2020, 428 pp.

@mauflos