Alemania, Suecia y Polonia, pagan con la misma moneda de expulsión a Rusia

Representantes diplomáticos de las tres naciones europeas fueron declaradas ‘persona non grata’ por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia tras participar en lo que llamó mítines ‘ilegales’ el 23 de enero en apoyo a Alexei Navalny, principal opositor del presidente Vladmir Putin, y quien pasó cinco meses en Alemania recuperándose de un envenenamiento con una neurotoxina del que culpa al Kremlin

Alexei Navalny, un investigador anticorrupción de 44 años y que es el crítico más destacado del presidente Vladimir Putin, fue arrestado el 17 de enero a su regreso de Alemania

Luego de que Rusia expulsará el pasado viernes a diplomáticos de Suecia, Polonia y Alemania, por asistir a manifestaciones de apoyo a Alexei Navalny, principal opositor del presidente Vladmir Putin, y los declarará persona non grata, este lunes las tres naciones europeas le pagaron al Kremlin con la misma moneda.

Alemania, Suecia y Polonia declararon por separado al representante ruso en su país, también persona non grata.

Hemos informado al embajador ruso que se le pedirá a una persona de la embajada rusa salir de Suecia, tuiteó la ministra sueca de Exteriores, Ann Linde. Esta es una respuesta clara a la inaceptable decisión de expulsar a un diplomático sueco que sólo realizaba sus deberes.

El Ministerio de Exteriores de Alemania dijo que la decisión de Rusia de expulsar a diplomáticos europeos de ninguna manera está justificada e insistió que el empleado de la embajada alemana actuaba dentro de sus derechos bajo la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas para informarse sobre acontecimientos en el sitio.

El ministerio agregó que la decisión se tomó en cercana colaboración con Polonia, Suecia y el servicio diplomático de la Unión Europea. La cancillería polaca informó por Twitter que en concordancia con el principio de reciprocidad se considera al diplomático que trabaja en el consulado general en Poznan persona non grata.

En un comunicado, los legisladores de la Unión Europea (UE) hicieron un llamado a todos los estados miembros para que muestren la máxima solidaridad con Alemania, Polonia y Suecia y tomen todas las medidas necesarias para mostrar la cohesión y la fuerza de nuestra Unión.

Los parlamentarios también hicieron un llamado a una nueva estrategia en las relaciones con Rusia, centrada en el apoyo a la sociedad civil, los valores democráticos y el estado de derecho, la libertad y los derechos humanos.

La decisión de Moscú fue un golpe para la UE porque se tomó cuando el principal diplomático del bloque de 27 naciones -el titular de política exterior, Josep Borrell-, se reunía con el canciller ruso Sergey Lavrov. Borrell dijo que se enteró de la medida en redes sociales.

Los mensajes enviados por las autoridades rusas durante esta visita confirmaron que Europa y Rusia se distancian, escribió Borrell en un blog a su regreso a Bruselas. Parece que Rusia está progresivamente desconectándose de Europa y considera los valores democráticos como una amenaza existencial.

Agregó que el viaje le dejó profundas preocupaciones por la perspectiva de desarrollo de la sociedad rusa y las decisiones geoestratégicas de Rusia, y las expulsiones, que pidió que fueran revertidas, indican que las autoridades rusas no querían aprovechar esta oportunidad para sostener un diálogo más constructivo.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció el viernes 5 de febrero que diplomáticos de Suecia y Polonia en San Petersburgo y de Alemania en Moscú, participaron en lo que llamó mítines ilegales el 23 de enero. Ese día, miles de miles de personas en toda Rusia salieron a las calles para protestar por el arresto de Navalny.

Alexei Navalny, un investigador anticorrupción de 44 años y que es el crítico más destacado del presidente Vladimir Putin, fue arrestado el 17 de enero a su regreso de Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose de un envenenamiento con una neurotoxina del que culpa al Kremlin. Rusia rechazó las acusaciones.

El martes 2 de febrero, un tribunal de Moscú decretó que Navalny violó los términos de su condena suspendida en un caso de lavado de dinero en 2014 y le ordenó pasar dos años y ocho meses en prisión. El fallo provocó la indignación internacional.

La detención y encarcelamiento del político provocó multitudinarias protestas en todo el país en las que decenas de miles de personas salieron a la calle para exigir su liberación. Muchos corearon también lemas contra Putin en la mayor muestra de descontento en años. Miles de inconformes fueron detenidos.

Navalny compareció el viernes ante un tribunal en Moscú por segunda ocasión esa semana, esta vez acusado de difamar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial. El líder opositor calificó la nueva vista de repugnante juicio de relaciones públicas del Kremlin para desacreditarlo.

El Comité Investigador ruso abrió en junio una pesquisa a Navalny por supuesta difamación por calificar a las personas que aparecían en un video promoviendo una reforma constitucional que permitía ampliar el mandato del presidente Putin, de títeres corruptos, gente sin conciencia y traidores.

Las autoridades sostienen que las declaraciones de Navalny,  denigran (el) honor y dignidad de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que aparecía en el video. Si es hallado culpable, podría ser castigado con una multa o servicios comunitarios.

(Fuente Agencias/Fotos Twitter)