Veintitantos años después la muerte de Luis Donaldo Colosio sigue disparando preguntas. El magnicidio, atribuido a un solitario ejecutor de nombre Mario Aburto, deviene en paradigmático al repasar los sustentos del viejo régimen. Un hecho excepcional ya inserto en un gran capítulo, sumado a los finales de Madero, Villa, Zapata, Obregón y un no exiguo etcétera.
¿Qué ocurrió la tarde del 23 de marzo de 1994 en el pauperizado barrio Lomas Taurinas de Tijuana? “Ni idea, era una niña”, contesta Elsa Cabrera, joven periodista que desde la ficción novelística (la gráfica también) indaga años después la violenta muerte del entonces candidato presidencial del PRI. “¿Qué puedo escribir yo sobre ese asesinato que no hayan hecho otros escritores?”, completa una jovencita bien dibujada.
Así se despliega (sucintamente) esta nueva ficción en torno al acontecimiento, Matar al candidato,escrita por F. G. Haghenbeck(fallecido recientemente víctima de COVID) e ilustrada por Bef, y apuntada en el subgénero true crime, aquél que recupera hechos conocidos y les suma imaginación. El resultado es una sencilla novela gráfica que habrá de sumar a la dilatada y miscelánea bibliografía que refiere al “evento histórico que cambió México”, según el primero de los autores.
Tras abandonar la hechura de “un libro sobre la escritora con crisis existencial”, ella misma, Elsa asume una investigación sobre “el caso Colosio” a encargo de unas personas “que conocerás en su momento”. Las pesquisas avanzan, salpimentadas con cada uno de los detalles de los hechos acumulados y repetidos en los años, hasta llegar a una conclusión más bien ambigua.
“La verdad es más aterradora: nadie tiene el control. Este país carece de timón”, sostiene a unos pasos del desenlace la joven periodista.
A la luz de los nuevos tiempos, bien dice Laura Sánchez Ley, prologuista de Matar al candidato y a su vez autora de Aburto: testimonios desde Almoloya, el infierno del hielo, “el suceso continúa despertando las más increíbles teorías de la conspiración”. Como también ficciones de manifiesta verosimilitud. Donde Matar al candidato es buen ejemplo.
F. G. Haghenbeck y Bef, Matar al candidato, Prólogo de Laura Sánchez Ley, Sexto Piso, México, 2019, 64 pp.