Canadá y la Iglesia deben investigar hallazgo de niños indígenas en fosa común de internado: ONU

La semana pasada fueron descubiertos los restos de más de 200 niños en un internado indígena que estuvo a cargo de la Iglesia católica hasta la década de 1960. Un grupo de relatores especiales de la ONU urge a las autoridades nacionales y católicas a indagar a fondo el hallazgo y les recuerda el derecho de las víctimas a conocer la verdad. “Se han cometido violaciones de derechos humanos a gran escala, es inconcebible que Canadá y la Santa Sede dejen esos atroces crímenes sin dar cuenta y sin reparación”, denuncian los expertos

Los restos de unos 215 niños estudiantes del Kamloops Indian Residential School, fueron localizados la semana pasada por un georradar en el predio donde funcionó el centro escolar más grande del sistema de internados indígenas de Canadá, ubicado en la provincia de Columbia Británica.  

El internado fue dirigido por la Iglesia católica desde fines del siglo XIX hasta finales de la década de 1960, cuando pasó a manos del gobierno federal hasta su cierre en 1978. La escuela formaba parte del sistema de internados indígenas que entre 1831 y 1996 acogió a más de 150 mil niños en 130 escuelas, muchas de ellas administradas por la Iglesia católica o el gobierno federal.

Los estudiantes de esos centros generalmente eran sacados por la fuerza de sus hogares. Una vez internos, no se les permitía hablar su idioma ni mantener sus tradiciones.

Cinco relatores especiales y un grupo de trabajo de la ONU instaron a las autoridades canadienses y a la Iglesia católica a investigar de manera rápida y exhaustiva el descubrimiento y se remitieron al informe de 2015 de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá, que determinó que los niños aborígenes sufrieron abusos, desnutrición y violaciones, y que al menos 4 mil de ellos murieron en los internados a causa de enfermedades, negligencia, accidentes o atropellos.

Rendición de cuentas

La declaración conjunta subraya que las víctimas y sus familias han esperado justicia y reparación durante demasiado tiempo e insiste en la importancia de que haya una rendición de cuentas, según las recomendaciones del Informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.

Asimismo, pugna por la identificación y el registro de los niños desaparecidos, y pide que el gobierno canadiense haga investigaciones similares en todos los internados para indígenas del país.

Los expertos en derechos humanos subrayaron el derecho de las víctimas a conocer la verdad sobre las violaciones sufridas.

El poder judicial debe realizar investigaciones penales sobre todas las muertes sospechosas y las denuncias de tortura y violencia sexual contra los niños alojados en los internados, y enjuiciar y sancionar a los perpetradores y encubridores que aún puedan estar vivos, puntualizaron los expertos.

Se han cometido violaciones de derechos humanos a gran escala contra niños de comunidades indígenas, es inconcebible que Canadá y la Santa Sede dejen esos atroces crímenes sin dar cuenta y sin una reparación completa, acotaron.

En cuanto a la Iglesia católica, los relatores la conminaron a abrir sin restricciones los archivos de los internados para que las autoridades judiciales investiguen a fondo y divulguen los resultados a la opinión pública.

Iglesia debe entregar registros

A una semana del hallazgo, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, advirtió que tomarán fuertes medidas, incluso legales, si la iglesia católica no entrega los registros sobre los internados indígenas que administraba.

Puntualizó que la iglesia debe asumir su responsabilidad de lo sucedido en las 130 residencias escolares creadas hace un siglo para integrar a los indígenas en la sociedad.

Esperamos que la Iglesia asuma la responsabilidad de su papel en esto y esté allí para ayudar en el duelo y la curación, incluso con los registros que sean necesarios, expresó el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

(Fuente Agencias/Fotos Twitter)