Cocaína adulterada mata a 23 personas y deja hospitalizadas a casi un centenar en Argentina
En varios cateos simultáneos, elementos de la Dirección de Investigaciones de Delitos Federales de Buenos Aires, decomisa más de 15 dosis de la droga y detiene a siete narcomenudistas, en entre ellos al cabecilla y al cocinero de una banda muy importante de vendedrogas en San Martín. De acuerdo a las autoridades, en la capital argentina, la más poblada del país, se comercializan 250 mil dosis de cocaína al día
Redacción Círculo Rojo
Tras el consumo de cocaína adulterada que dejó este jueves 23 personas muertas y casi un centenar hospitalizadas de gravedad, efectivos de la Dirección de Investigaciones de Delitos Federales de Buenos Aires, Argentina, decomisó más de 15 mil dosis de la droga y detuvo a siete narcomenudistas en varios cateos simultáneos en distintos municipios.
Entre los vendedrogas, fue asegurado Joaquín Aquino, alias El Paisa, identificado como cabecilla de una banda muy importante de San Martín, dedicada a la comercialización de la droga en ese suburbio ubicado al norte de la capital argentina. En los operativos, también fue detenido el presunto cocinero del alcaloide en los laboratorios clandestinos.
Las autoridades de la provincia habían emitido la víspera una alerta epidemiológica debido a la letalidad de la droga consumida, mientras la policía inició una carrera contrarreloj para dar con las dosis en circulación.
La fiscalía de San Martín, que tiene a su cargo la investigación judicial, informó que la cifra de fallecidos aumentó a 23 este jueves por la tarde.
Todavía no se dan a conocer los resultados toxicológicos para determinar la sustancia con la que se adulteró la cocaína, pero todo indica que se trataría de opioides, derivados sintéticos del opio.
Este fenómeno tiene que ver con que se mezcla la cocaína con otras sustancias. No podemos todavía determinar cuál es el componente, pero indirectamente sabemos que es un opioide porque se aplica el antídoto y (los pacientes) reaccionan, explicó el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, en rueda de prensa en el hospital público Bocalandro, donde fueron atendidos de urgencia muchos de los consumidores de la droga adulterada.
El antídoto al que hizo mención el funcionario es naloxona, que fue distribuido a los distintos centros médicos que estaban recibiendo a los pacientes intoxicados y que de acuerdo al ministro de Salud provincial, Nicolás Kreplak permitió salvar decenas de vidas.
Los investigadores buscan determinar si la adulteración de la droga fue un error involuntario o se trata de un ajuste de cuentas entre bandas de narcos.
Nunca en la historia criminal de Argentina se había dado una tragedia de esta dimensión, repitieron investigadores y funcionarios que coincidieron en la gravedad del consumo de drogas en los sectores más vulnerables de la población.
Los argentinos no podemos dejar pasar esta situación para empezar a entender el fenómeno por un lado del narcotráfico y por el otro el de la adicción, que muchas veces pasan desapercibidos, que muchas veces se esconde debajo de la alfombra, pero que es necesario visibilizarlo para abordarlo de una manera más eficiente, advirtió Berni.
Según el ministro se comercializan 250 mil dosis de cocaína al día en la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país.
La cocaína y la pasta de coca de la que se elabora, llegan a la Argentina desde sus vecinos andinos. La primera es más pura y más cara, mientras que la segunda, que es más comúnmente consumida por algunos de los pobres de Argentina, incluye residuos del procesamiento inicial.
Aldo Saracco, presidente de la Asociación de Toxicología de Argentina, dijo al canal de televisión local Todo Noticias que no se habían presenciado intoxicaciones por opioides sintéticos en Argentina, a diferencia de Europa y Estados Unidos. Son muy tóxicos a baja dosis. Eso lo hace rentable. Si alguien lo introdujo en la cocaína para generar esto parece difícil, va a embarrar la confianza de consumidores. Parece más un error, opinó el experto al señalar que con tres miligramos ya estamos hablando de una cantidad peligrosa.
La mayoría de los fallecidos y hospitalizados -el último reporte daba cuenta de más de 80, entre ellos una veintena con asistencia respiratoria- son jóvenes de barriadas pobres de distintos municipios de un país con más del 50% de los niños en la pobreza.
La Iglesia Católica Argentina manifestó a través del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, que “
Ver el modo como han fallecido estas personas nos cuestiona profundamente sobre cómo se está viviendo el grave problema de las adicciones, manifestó la Iglesia Católica Argentina a través del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea quien vinculó el caso a problemas más profundos de nuestra sociedad: falta de horizontes humanos y laborales, profundas crisis familiares, el déficit enorme de nuestra educación, la profunda soledad y la necesidad de afecto, apuntó.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales advirtió que hechos como éste ocurren porque las drogas son ilegales y no existen controles más allá de los que hacen los usuarios en contextos de clandestinidad.
Es necesario cambiar el abordaje estatal sobre las situaciones de consumo. Si bien el prohibicionismo rige en casi todo el mundo, hace varios años surgieron modelos alternativos que abordan los consumos desde una perspectiva de derechos apartando al sistema penal, manifestó.
(Fuente Agencias/Fotos Twitter)