Innegable magnitud de víctimas civiles en Ucrania, exige llevar a los responsables ante la justicia: ONU

“Los ataques a civiles están prohibidos. Esto exige una investigación exhaustiva y la rendición de cuentas, por parte de los responsables de tanta destrucción. Los ataques a la asistencia sanitaria constituyen una violación del derecho internacional humanitario, en cualquier momento y en cualquier lugar. No habrá ganadores en este conflicto sin sentido. La tremenda pérdida que está causando, es desgarradoramente clara; y esto va a empeorar mucho, mucho, cuanto más duren los combates”, afirman altos funcionarios de la ONU

“La medicina que necesitamos ahora mismo es la paz”, advierte el director de la Organización Mundial de la Salud

Redacción Círculo Rojo

Altos funcionarios de la ONU, informaron este jueves al Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Ucrania tras la invasión de Rusia y la extremada gravedad de los ataques que las tropas de Moscú están perpetrando contra los civiles y sus instalaciones.

La secretaria general adjunta para Asuntos Políticos y Consolidación de la Paz, Rosemary DiCarlo, indicó que entre el 24 de febrero y el 15 de marzo, la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos registró mil 900 víctimas civiles, de ellas 726 han muerto, incluidos 52 niños, y mil 174 personas han resultado heridas, entre los que se encuentran 63 criaturas, aunque es probable que la cifra real sea mucho mayor, advirtió la funcionaria.

A estas cifras, se añaden los 3.1 millones de personas que han huido del país, según registros de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), dijo su representante Raouf Mazou, al señalar que Ucrania se ha convertido en la mayor crisis de desplazados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

También hay que sumar los 2 millones de personas que se calcula han abandonado sus casas y se han ido a otras partes en el interior de Ucrania. En total, un 12% de la población se ha visto obligada a dejar su vida cotidiana y salir en busca de refugio.

En tanto, el responsable de la Organización Mundial de la Salud,  doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que la OMS ha podido verificar 43 ataques a la asistencia sanitaria, con 12 personas muertas y 34 heridas, entre ellas trabajadores sanitarios.

Los servicios sanitarios y el acceso a los productos básicos están gravemente perturbados debido a la destrucción generalizada de las infraestructuras de agua y saneamiento y, cada vez más, de las instalaciones sanitarias, dijo el doctor Tedros.

Una investigación para llevar a los responsables ante la justicia

No se puede negar la magnitud de las víctimas civiles y la destrucción de infraestructura civil en Ucrania, afirmó a su vez DiCarlo.

El derecho internacional humanitario es muy claro. Los civiles tienen derecho a protección contra los peligros derivados de las operaciones militares. Directamente, los ataques a civiles están prohibidos. Esto exige una investigación exhaustiva y la rendición de cuentas, por parte de los responsables de tanta destrucción, afirmó la alta funcionaria de la ONU para Asuntos Políticos y Consolidación de la Paz.

En este contexto, el doctor Tedros se unió a DiCarlo al señalar que los ataques a la asistencia sanitaria constituyen una violación del derecho internacional humanitario, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Cadáveres en las calles

Las agencias de la ONU, también informaron sobre los riesgos que se corren si la guerra no se detiene.

DiCarlo, expresó su preocupación por la situación en la ciudad portuaria sudoriental de Mariúpol, donde, dijo, es especialmente alarmante. Muchos de los residentes de Mariúpol que no han podido evacuar carecen de alimentos, agua, electricidad y atención médica. Los cadáveres sin recoger yacen en las calles de la ciudad, comentó.  

Apuntó que el ataque de ayer al teatro de Mariúpol, que al parecer servía de refugio para civiles desplazados, se suma a la lista de ataques contra estructuras civiles. Aunque los primeros informes indican que lo peor puede haberse evitado, los continuos combates están dificultando las labores de rescate y evaluación de la situación.

Asimismo, el responsable de la Organización Mundial de la Salud,  indicó que la interrupción de los servicios de salud y los suministros, está suponiendo un riesgo extremo para las personas con enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, VIH y tuberculosis, que se encuentran entre las principales causas de mortalidad en Ucrania. 

El doctor Tedros, indicó, además, que los desplazamientos, el mal alojamiento y las condiciones de hacinamiento provocadas por el conflicto, pueden aumentar el riesgo de enfermedades como el sarampión, la neumonía y la poliomielitis.

Señalo también, que se necesitan urgentemente servicios de salud mental y apoyo psicosocial para ayudar a las personas a superar los efectos de la guerra. 

Hay más de 35 mil pacientes de salud mental en los hospitales psiquiátricos ucranianos y en los centros de atención de larga duración, que se enfrentan a una grave escasez de medicamentos, alimentos, calefacción, mantas y otros, afirmó.

Además, las agencias de la ONU encargadas de la alimentación y la agricultura, recordaron que Rusia y Ucrania producen el 30% del trigo mundial, por lo que la continuidad de la guerra llevará a un problema de falta de alimentos en muchas partes, en especial en países pobres que dependen de las importaciones de ese cereal.

La única medicina, la paz

Rosemary DiCarlo, destacó que no habrá ganadores en este conflicto sin sentido. La tremenda pérdida que está causando, por otro lado, es desgarradoramente clara. Y esto va a empeorar mucho, mucho, cuanto más duren los combates.  

Agregó que el Secretario General de la ONU, António Guterres, llama a que se intensifiquen y coordinen los esfuerzos políticos para un cese inmediato de las hostilidades.

Debe haber un proceso político significativo y sostenido que permita una solución pacífica. Las vidas de millones de ucranianos y la paz y la seguridad de toda la región, y posiblemente más allá, dependen de la situación, subrayó.

Tedros se unió a las palabras de su colega y destacó que la medicina que necesitamos ahora mismo es la paz.

(Noticias ONU)