El silencio de los ausentes nos interpela para que esto no vuelva a suceder; hubiéramos querido otra Cumbre: presidente de Argentina
“El hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente, el diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia y la lucha contra la desigualdad”, subraya el presidente de Argentina Alberto Fernández durante su participación en la IX Cumbre de las Américas
Redacción Círculo Rojo
Con un lamento por no estar todos los que deberían estar, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, puso el dedo en la llaga este jueves en la IX Cumbre de las Américas que se realiza en Los Ángeles, California.
Al hablar como presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el mandatario argentino, mencionó que Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas, impuesto en los años de la guerra fría, y Venezuela tolera otro, mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrasa consigo millones de vidas.
Con medidas de este tipo se busca condicionar a los gobiernos, pero en los hechos sólo se lastima a los pueblos. Definitivamente hubiéramos querido otra Cumbre de las Américas, el silencio de los ausentes nos interpela; para que esto no vuelva a suceder y grave quisiera dejar sentado para el futuro, que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente, el diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia y la lucha contra la desigualdad.
Al presidente Biden, le aseguró que es momento de abrirse de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes.
Los años previos a su llegada al gobierno de los Estados Unidos de América estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región desplegada por una administración que lo precedió, es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen, manifestó al acusar a la Organización de los Estados Americanos de ser el brazo ejecutor de las decisiones de Washington.
Se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó un golpe de Estado en Bolivia; se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas; fueron desbaratadas las acciones de acercamiento a Cuba en la que el papa Francisco medió y que habían significado avances logrados por la administración de Barack Obama mientras usted era su vicepresidente, dijo el mandatario argentino.
Recordó que la intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia.
Lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política, por tamaña indecencia sufre hoy el pueblo argentino, apuntó y subrayó que en esta Cumbre se debe analizar el presente y proyectar el mañana en pos de una reconstrucción creativa del multilateralismo.
No se puede imponer un pensamiento único en un mundo que exige la armonía sinfónica frente a los dramas existentes. Aquí permítanme señalar la urgente necesidad de reconstruir las instituciones que fueron pensadas, precisamente para integrarnos. La OEA si quiere ser respetada y volver a serla plataforma política regional para la cual fue creada, debe ser reestructurada, removiendo de inmediato a quienes la conducen, dijo.
Precisó que la América de ahora, tampoco son admisibles las exclusiones al bienestar, al financiamiento sostenible, a la diversificación productiva, a la tecnología para el progreso social y a la equidad de género.
Alberto Fernández, demando que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) requiere un proceso de capitalización para tener más y mejores medios de financiamiento.
Aseguró que la integración es una condición básica para el desarrollo de América Latina y el Caribe. Lamentó la guerra en Ucrania y se pronunció por construir escenarios de negociación que le ponga fin a la catástrofe bélica sin humillaciones ni deseos de dominación.
Puntualizó que el desarrollo de una verdadera asociación estratégica común en América, requiere de la organización continental en la producción de alimentos, así como del aprovechamiento del potencial energético para la transición ecológica.
No he venido a Los Ángeles a discutir cuándo debemos hacerlo, el momento es hoy, el hambre ataca, sólo debemos debatir cómo hacerlos. Debemos construir juntos, en unidad, un renovado humanismo que como enseña el papa Francisco comience por los últimos para llegar a todos y a todas.
Presidente Biden, estoy aquí tratando de construir puentes y derribar muros, como presidente de la CELAC quiero invitarlo a participar en nuestra próxima reunión plenaria. Sueño que en una América fraternalmente unida nos comprometamos a que todos los seres humanos que habitan nuestro continente tengan derecho al pan, a la tierra, al techo y al trabajo digno, concluyó.
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