Entre matorrales, Caro Quintero es olfateado por elemento canino de la Marina

Caro Quintero fue liberado por las autoridades mexicanas en 2013 tras pasar 28 años en prisión por el homicidio del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Avelar. Una corte de apelaciones emitió una orden de libertad y, aunque posteriormente la resolución fue revertida, ya era demasiado tarde: el capo se esfumó a bordo de un vehículo al poner pie fuera de la cárcel

La recaptura del narcotraficante fue realizada durante un operativo encabezado por personal naval en el municipio de San Simón (Choix), en la sierra de Sinaloa, cerca de Chihuahua

Redacción Círculo Rojo

El legendario narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, uno de los hombres más buscados por Estados Unidos por el asesinato de un agente de la DEA en 1985, fue detenido por efectivos de la Secretaría de Marina a través de la Armada de México, casi una década después de salir de la cárcel debido a un aparente error judicial y regresar a la vida delictiva.

La Semar, informó que Caro Quintero fue localizado entre matorrales por un perro de la Armada llamado Max, durante un operativo conjunto con la Fiscalía General de la República en San Simón (Choix), un municipio de la sierra de Sinaloa cercano al estado de Chihuahua. Según el Registro Nacional de Detenciones, la captura tuvo lugar alrededor del mediodía. El capo tiene dos órdenes de aprehensión en México y una orden de extradición a Estados Unidos.

Caro Quintero fue liberado por las autoridades mexicanas en 2013 tras pasar 28 años en prisión por el homicidio del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Avelar. Una corte de apelaciones emitió una orden de libertad y, aunque posteriormente la resolución fue revertida, ya era demasiado tarde: el capo se esfumó a bordo de un vehículo al poner el pie fuera de la cárcel.

Horas después de su captura, un helicóptero Black Hawk de la Marina con 15 personas a bordo se desplomó en la ciudad de Los Mochis, también en el norte de Sinaloa, choque en el que murieron 14 personas. La Armada confirmó el suceso, de causas todavía desconocidas, en el mismo comunicado del arresto, pero indicó que no se cuenta con información de que el accidente aéreo esté relacionado con la detención del presunto narcotraficante.

La captura de Caro Quintero supone el mayor golpe al narcotráfico del actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde que asumió el poder en diciembre de 2018 optó por una estrategia de seguridad de abrazos, no balazos, es decir, basada en no luchar frontalmente contra los cárteles sino en atajar las causas que hacen que la gente opte por dedicarse a esa actividad. Esta política ha sido duramente criticada porque la violencia en el país no ha cesado.

La detención de Caro Quintero, considerado uno de los grandes padrinos del narcotráfico en México, ocurrió apenas unos días después de que López Obrador se reuniera con el presidente estadounidense Joe Biden en la Casa Blanca.

Por la noche, el embajador estadounidense, Ken Salazar, celebró la captura como una prueba de la determinación de México de llevar ante la justicia a alguien que aterrorizó y desestabilizó México y que estuvo implicado en la tortura y asesinato del agente estadounidense. La justicia no tiene fecha de caducidad, agregó.

En el último año habían surgido tensiones entre el gobierno mexicano y la DEA después de que México promulgara una ley que limitaba las operaciones de esta agencia antinarcóticos en el país. Pero la reciente concesión de una visa para su nuevo responsable en México había limado asperezas.

El mismo viernes, poco antes de la detención, Ken Salazar dijo en una reunión con periodistas que había habido avances en la relación bilateral de seguridad.

He estado en reuniones con el canciller y con el gabinete de seguridad, junto con todas nuestras agencias, incluido al nuevo jefe de la DEA sentado a mi derecha. Si no fuéramos bienvenidos aquí en México, eso no sucedería, declaró el diplomático estadounidense.

Caro Quintero desapareció de la escena pública tras salir de prisión sin haber cumplido los 40 años de su condena, y el Departamento de Justicia de Estados Unidos se declaró entonces extremadamente decepcionado por una liberación que calificó de sumamente alarmante. Según Washington, tanto Caro Quintero como su familia seguían involucrados en el tráfico de drogas.

La Suprema Corte mexicana revocó el fallo de la liberación en 2014, y un año después jueces mexicanos emitieron una orden de recaptura. En 2018, las autoridades estadounidenses ofrecieron una recompensa de 20 millones de dólares por su detención, una cifra récord en ese momento, y el FBI incluyó su nombre en la lista de sus 10 fugitivos más buscados.

El sinaloense, de 69 años y nacido en Badiraguato –el mismo municipio del que es originario Joaquín El Chapo Guzmán–, fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara a finales de la década de 1970 y posteriormente líder histórico del Cártel de Sinaloa junto a Guzmán Loera, quien en la actualidad cumple cadena perpetua en Estados Unidos, e Ismael El Mayo Zambada, actualmente prófugo de la justicia.

En esa época Caro Quintero era considerado uno de los mayores traficantes de marihuana hacia Estados Unidos y luego también de cocaína y heroína. Acusó al Kiki Camarena como responsable del gran operativo realizado el 6 de noviembre del 1984 en su Racho El Búfalo, en Chihuahua, donde se destruyó un plantío de marihuana de al menos 544 hectáreas, que pertenecían al Cártel de Guadalajara.

Poco después, Enrique Kiki Camarena Salazar fue secuestrado en Guadalajara, aparentemente por orden del capo. Su cuerpo torturado fue localizado un mes después. El 4 de abril de 1985, Rafael Caro Quintero fue detenido en Costa Rica acusado del secuestro y asesinato del agente de la DEA, así como del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, lo cual lo llevó a ser uno de los 10 más buscados por las autoridades estadounidenses.

(Fotos Twitter)