“Los Siete Jinetes del Apocalipsis”, banda enquistada en la Secretaria de Seguridad Pública y comandada por Genaro García Luna
“Todos estos mandos estaban en la Policía Federal, por eso la determinación del presidente de la República de haber promovido la extinción de la Policía Federal; de haber creado la Guardia Nacional, era para limpiar de tajo todo esta red porque tenía ramificaciones prácticamente en todas las áreas de seguridad regional, en algunas áreas de inteligencia y de investigación”, destaca Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública
Redacción Círculo Rojo
Los Siete Jinetes del Apocalipsis, era la banda que Genaro García Luna comandada desde el interior de la Secretaría de Seguridad Pública Federal para servir al Cártel de Sinaloa, informó este jueves Ricardo Mejía Berdeja.
Además de García Luna, el grupo lo integraban Luis Eduardo N; Facundo N; Edgar Eusebio N, asesinado hace algunos años; Armando N; y Francisco N, coordinador de Seguridad Regional, todos pertenecientes a Los 12 Apóstoles, provenientes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
El subsecretario de Seguridad Pública, precisó que en diferentes carpetas y juicios, varios líderes criminales los señalan de haber recibido sobornos multimillonarios del Cártel de Sinaloa, es el caso de Edgar B, alias La Barbie; Sergio Enrique, El Grande; Gerardo N, El Indio, todos, parte también de la organización criminal de Los Beltrán Leyva.
Todos estos mandos estaban en la Policía Federal, por eso la determinación del presidente de la República de haber promovido la extinción de la Policía Federal; de haber creado la Guardia Nacional, era para limpiar de tajo todo esta red porque tenía ramificaciones prácticamente en todas las áreas de seguridad regional, en algunas áreas de inteligencia y de investigación, destacó Mejía Berdeja.
Durante el informe semanal Cero Tolerancia, el subsecretario informó que García Luna, además del juicio que va a enfrentar en la Corte de Nueva York, Estados Unidos, previsto para iniciar el día 9 de enero del próximo año y, que se estima va a durar dos meses, por cargos de conspiración criminal, sobornos millonarios por parte del Cártel de Sinaloa, tiene carpetas de investigación por enriquecimiento ilícito y por haber permitido la introducción de armas, cartuchos y explosivos en la operación Rápido y Furioso, y también está imputado por ejercicio indebido de atribuciones; por contratos que hizo de Centros Federales de Readaptación Social.
Es el caso de Luis Eduardo N, quien está imputado en el caso de Rápido y Furioso. Está vinculado a proceso por el delito de tortura, y actualmente está en un penal de máxima seguridad. A él se le atribuía ser el número dos en la estructura de Genaro García Luna.
Estuvo prácticamente en todas las áreas: fue titular de la División de Seguridad Regional, que era la que tenía todo el control de las coordinaciones estatales; el control de las áreas de aeropuertos, de fronteras; estuvo también en la división de Investigación y fue parte del equipo de él cuando estuvo en la Agencia Federal de Investigación, detalló.
Facundo N, también implicado en Rápido y Furioso, tiene otro tipo de imputaciones. Ramón Eduardo N, acusado también por el delito de tortura y señalado en diversas carpetas de investigación, incluso en juicios que se llevan actualmente en el extranjero.
Él estuvo en la División Antidrogas, en la División de Seguridad Regional y en el área de Inteligencia de la que fue separado tras la fuga del Chapo Guzmán del Cefereso del Altiplano, en 2015, refirió Mejía Berdeja.
Subrayó que como parte de la estructura y de las ramificaciones que tuvo todo este grupo coludido con la delincuencia, está el caso de Tomás Zerón de Lucio, quien estuvo en Seguridad Regional en la época de Luis Eduardo N, y también cuenta con diversas órdenes de aprehensión, entre ellas la desaparición forzada y tortura por el caso de los 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 y 27 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero.
(Fotos SSPC)