Removerán con explosivos rocas en mina El Pinabete para rescate de cuerpos atrapados desde agosto en Coahuila

Redacción Círculo Rojo

A tres meses de haber iniciado la construcción de un tajo a cielo abierto para rescatar los cuerpos de los 10 mineros que quedaron atrapados el pasado 3 de agosto en la mina El Pinabete, tras el derrumbe e inundación del yacimiento de carbón en Sabinas, Coahuila, este sábado 17 de diciembre de 2022 a las 15 horas iniciará el proceso de remoción de roca mediante explosivos controlados.

Laura Velázquez Alzúa, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), informó que ha concluido la excavación por medios mecánicos en la parte sureste del tajo para continuar con el proyecto de búsqueda y recuperación de los mineros. Este proceso forma parte de la etapa de excavación que se prevé concluya en marzo de 2023, dependiendo de las condiciones de la roca y presencia de agua que se vayan identificando, precisó.

En conferencia de prensa, comentó que para el proceso de excavación se requiere fragmentar la roca para su remoción, por lo que se hará uso de explosivos controlados como estaba previsto, y así alcanzar hasta unos 15 metros por arriba de las galerías existentes, posteriormente se harán voladuras controladas de manera selectiva.

Velázquez Alzúa, indicó que los trabajos se están realizando bajo control y la población debe sentirse segura y tranquila, ya que la CFE es una empresa experta y con conocimientos, que cuenta con un grupo especializado que supervisa el plan de voladuras controladas.

A su vez, César Dumas González, subgerente de Geotecnia y Materiales de la Gerencia de Estudios de Ingeniería Civil de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), detalló que este proceso tiene cuatro aspectos fundamentales: barrenación (perforar), carga de explosivos y detonación controlada, registro de condiciones iniciales de las estructuras aledañas y monitoreo de la intensidad de vibraciones.

Además, indicó que se llevan a cabo ciertas actividades relevantes antes, durante y después de la voladura, donde se aplican estrictos protocolos de seguridad.

El protocolo para las voladuras controladas incluye acciones previas como la revisión y autorización del diseño de la plantilla de perforación, notificación del evento a la Secretaría de la Defensa Nacional, así como a Protección Civil municipal y a personal de Sedena en el sitio.

Durante el acto, se supervisará la llegada del transporte del explosivo en sitio y se dará inicio al protocolo de alertamiento de la voladura controlada, asimismo se verificará en todo momento la evacuación del tajo en un radio de seguridad de 250 metros.

Posteriormente, se realizará la inspección del área y se firmará el acta de liberación de la zona del tajo a cielo abierto, y finalmente la firma del acta del cierre de la voladura controlada realizada.

Los responsables de la remoción de roca, detallaron que fuera de la zona de influencia (250 metros), los efectos pueden ser vibraciones que no provocan daños estructurales ya que la velocidad de éstas será del orden de 0.07 pulgadas/segundo, y el sonido de la explosión será instantáneo y del orden de 99 decibeles (similar al que genera la sirena de una ambulancia), ya que dichas voladuras controladas están diseñadas para solamente tener fragmentación en la zona de interés.

Para garantizar la seguridad y tranquilidad de la población, la CNPC y CFE, destacaron que se realiza un monitoreo permanente de las vibraciones causadas por la voladura controlada, a través de tres Estaciones de Medición permanentes y tres Estaciones de Monitoreo Móviles para su posicionamiento bajo demanda.

(Fotos CNPC)