Tres hijos de ‘El Chapo’, entre los 28 culpables del Cártel de Sinaloa de la crisis de fentanilo en Estados Unidos: fiscal Garland
El fiscal Merrick Garland, denuncia que los llamados Chapitos (Ovidio Guzmán López –único detenido y recluido en el Penal del Altiplano en México–, Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, se han ganado la reputación de ser la facción más violenta y agresiva del Cártel de Sinaloa, al tiempo de participar en una amplia y compleja red de fabricación y suministro de drogas, que incluye a ciudadanos chinos y guatemaltecos, acusados de suministrar precursores químicos necesarios para fabricar fentanilo
Redacción Círculo Rojo
Un día después de la primera reunión México-Estados Unidos en Washington para frenar el tráfico de fentanilo y de armas de fuego, el fiscal general de la Unión Americana, Merrick Garland, acusó a 28 miembros del poderoso Cártel de Sinaloa, entre ellos, tres hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera, preso de por vida en la cárcel federal de máxima seguridad estadounidense ADX Florence en Colorado, desde el 19 de julio del 2019.
En conferencia de prensa, el fiscal Garland anunció que tras una extensa investigación por tráfico de fentanilo –operación en la que están implicadas empresas químicas y farmacéuticas chinas–, los llamados Chapitos (Ovidio Guzmán López –único detenido y recluido en el Penal del Altiplano en México–, Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, se han ganado la reputación de ser la facción más violenta y agresiva del Cártel, al tiempo de participar en una amplia y compleja red de fabricación y suministro de drogas, que incluye a ciudadanos chinos y guatemaltecos, acusados de suministrar precursores químicos necesarios para fabricar fentanilo.
Otros de los denunciados, acotó, son sospechosos de dirigir laboratorios de fabricación de drogas en México o acusados de proporcionar seguridad, armas y financiamiento ilícito para operaciones de narcotráfico.
Familias y comunidades de nuestro país están siendo devastadas por la epidemia de fentanilo. Nunca olvidaremos a los responsables de esta tragedia. Y nunca dejaremos de trabajar para que rindan cuentas por sus delitos en Estados Unidos, afirmó Garland al detallar la violencia del Cártel de Sinaloa, y cómo sus miembros han torturado a quienes consideran sus rivales, entre ellos policías mexicanos, y en algunos casos los criminales también arrojaron a sus víctimas, algunas aún vivas, a tigres de los hijos de Guzmán Loera.
Garland, reveló que también están acusados presuntos proveedores de productos químicos, gerentes de laboratorio, traficantes de fentanilo, líderes de seguridad, financieros y traficantes de armas.
Vamos a ir en busca de toda la red, desde los precursores, la importación hacia México, la producción, las armas, quienes lavan dinero, hasta la distribución en Estados Unidos, afirmó.
Resaltó las reuniones con sus homólogos mexicanos esta semana en las que ambas naciones se comprometieron a trabajar en conjunto para atacar de forma continua a este enemigo y buscar la extradición del resto de los acusados, y pidió a China detener el flujo descontrolado de precursores químicos de fentanilo que salen desde el país asiático.
En tanto, la directora de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Anne Milgram, apuntó que ocho de los acusados en el caso fueron arrestados y permanecen bajo custodia de autoridades policiales en Colombia, Grecia, Guatemala y Estados Unidos.
Informó que el gobierno estadounidense subió a 10 millones de dólares la recompensa por información que lleve al arresto de Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijos de El Chapo Guzmán.
Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, fue reaprehendido el 5 de enero pasado en Culiacán, Sinaloa. Su extradición a Estados Unidos no se ha concretado debido a los amparos otorgados contra la petición estadounidense, además de que él asegura no ser la persona que solicitan las autoridades del país vecino.
En 2019, las autoridades lo capturaron y liberaron por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador para evitar el derramamiento de sangre, luego de que pistoleros del Cártel de Sinaloa causaron pánico en la ciudad de Culiacán, en el que alrededor de 30 personas, entre autoridades y presuntos sicarios, murieron en el operativo.
Ovidio y su hermano Joaquín Guzmán López, presuntamente ayudaron a que el Cártel de Sinaloa pasara al tráfico de metanfetaminas, produciendo cantidades enormes en grandes laboratorios. En 2018, fueron imputados en Washington con cargos de narcotráfico.
Se cree que los otros dos hijos –Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, acusados por las autoridades estadounidenses en Chicago y San Diego–, han estado dirigiendo operaciones del Cártel junto con Ismael El Mayo Zambada.
Se presume que enfermo, El Mayo Zambada se ha aislado en las montañas, lo que llevó a los hijos de El Chapo Guzmán a tratar de asumir un papel más fuerte para mantener unido al Cártel de Sinaloa.
Las acusaciones de la Fiscalía General de la Unión Americana, se dan en momentos en que Estados Unidos enfrenta una devastadora crisis por consumo de fentanilo. Casi 107 mil estadounidenses murieron por sobredosis de drogas en el país en 2021.
Los decomisos de fentanilo por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés) han aumentado en más de 400% desde 2019, señalaron las autoridades, y los decomisos de este año fiscal ya rebasan el total de todo 2022.
(Fotos Twitter)