¡Trata bien al CAE!
Lo interesante de este evento, es que la gente está informada sobre la importancia, no solo de ejercer el voto como se hacía en el pasado, sino de cuidar a México y sus instituciones. Desde la recepción del CAE, la aceptación o rechazo y la capacitación, la ciudadanía muestra un interés legítimo. Incluso nos encontramos con el caso de un joven de 30 años que comentó no salí sorteado, pero yo quisiera participar, son estos testimonios los cuales demuestran que la sociedad está preocupada e involucrada en el rumbo que puede tomar el país en los siguientes años
Por: Sebastián Godínez Rivera
He tenido la oportunidad de platicar con las y los Supervisores Electorales (SE) y Capacitadores Asistentes Electorales (CAE) quienes se encargan de notificar a las personas que fueron sorteadas para ser parte del funcionariado de las casillas. Más allá de sus labores, es necesario escuchar sus experiencias a lo largo de estos meses. Algunas son muy gratificantes y otras no tanto.
La señora Valeria quien funge como CAE en la colonia Escandón, me comentó que a diario trabajan del medio día hasta las 10:30 de la noche. Sin embargo, una de sus experiencias fue mala debido a que una persona se negó a ser funcionaria, cuando Valeria le pidió escribir la razón, le aventó la hoja y le dijo mis razones yo se las daré a quien yo quiera, no a usted.
Lamentablemente estos casos están poco documentados. Las faltas de respeto hacia el personal del instituto están a la orden del día debido al ambiente de polarización, pero también al mal carácter de algunos ciudadanos. Afortunadamente, esto no ha desanimado a la señora Valeria quien agregó que diariamente sale dispuesta a trabajar para cumplir con la democracia y con México.
Otra anécdota fue de Domingo, quien trabaja como CAE en la colonia Popotla, me contó que en una ocasión que andaba por recorrido presenció una trifulca entre varias personas. Por azares del destino fue empujado y comenzó a ser jalado de la mochila y el chaleco, empero, fueron las mismas vecinas quienes salieron a defenderlo y a decirle a los otros que con los trabajadores del INE, no, él está trabajando, déjenlo.
Como podemos ver en este caso, la gente reconoce y valora a las y los trabajadores del INE, principalmente a quienes andan en campo. El Instituto Nacional Electoral es una de las instituciones que goza con mayor respaldo popular porque da certeza y certidumbre antes, durante y después de los comicios. Aunado a lo anterior, los SE y CAE son respaldados por la ciudadanía que entiende la labor que realizan y el esfuerzo físico que implica.
También tuve la oportunidad de acompañar en un recorrido a Paola, como parte del personal de oficina de una Junta Distrital. Estar cerca con las y los CAE en territorio es una experiencia única debido a que es conocer la calle y salir dispuesto a todo. Pude presenciar la amistad que ha cosechado con un policía de un condominio que siempre le indica cuando las personas a las que buscan se encuentran o no en casa.
Cuando Paola logró mortificar a una señora, quien lamentablemente por situaciones familiares declinó la invitación, ésta agregó Si yo pudiera claro que aceptaría, esto es parte de nuestro deber como ciudadanos, cuidar la democracia y las elecciones, sobre todo por el momento que vivimos. En consiguiente, la ciudadana sorteada le comentó que valora el trabajo que hace (Paola) y que estaba muy apenada por declinar.
Lo interesante de este evento, es que la gente está informada sobre la importancia, no solo de ejercer el voto como se hacía en el pasado, sino de cuidar a México y sus instituciones. Desde la recepción del CAE, la aceptación o rechazo y la capacitación, la ciudadanía muestra un interés legítimo. Incluso nos encontramos con el caso de un joven de 30 años que comentó no salí sorteado, pero yo quisiera participar, son estos testimonios los cuales demuestran que la sociedad está preocupada e involucrada en el rumbo que puede tomar el país en los siguientes años.
Las páginas no me alcanzan para incluir tantos testimonios que he escuchado de hombres y mujeres que día a día trabajan para integrar las Mesas Directivas de Casillas. Sin embargo, no quisiera pasar dejar otros testimonios que me han contado las y los compañeros de la oficina como en un acompañamiento se notificó a un joven y su mamá les dijo con el INE a dónde sea; otro fue que en la Colonia del Valle la gente les abre las puertas de sus casas para ofrecerles alimento y escucharles para aceptar participar como funcionarios.
Recordemos que los SE y CAE no sólo están presentes en la Ciudad de México, sino en todo el país. Estas personas no sólo se enfrentan al trato de las personas, sino también a la variedad de climas que tiene la república, la inseguridad, la diversidad de horarios en los que pueden encontrar a la gente entre otros. De estos también existen algunos testimonios, afortunadamente son los menos, pero no por esto deben ser invisibilizados.
Algunos han corrido con la mala suerte de que les han robado mochilas y los dispositivos con los cuales elaboran sus rutas de visita; también ha habido casos donde ingresan a zonas poco seguras y son agredidos; se han registrado casos de acoso; la ciudadanía que está desencantada con la democracia y se desquita con los CAE. Asimismo, para las SE y CAE es más el riesgo, si se toma en cuenta que la violencia contra la mujer es una constante.
El texto pretende invitar a la reflexión de la ciudadanía sorteada, pero también para sensibilizar a las y los lectores sobre la labor que hacen los SE y CAE por todo el territorio nacional. El compromiso de estas personas con la democracia es muy grande ya que no dejan de buscar a los y las ciudadanas para que participen. Además, el escrito es un pequeño reconocimiento para dar voz a quienes desarrollan este empleo.
La democracia necesita de una ciudadanía fuerte e informada que defienda sus instituciones y participe en los procesos de la toma de decisiones. Los y las SE y CAE son la primera línea de mando con la que las personas tienen contacto directo, son la parte más sensible para convocar a la participación de las que serán las elecciones más grandes de la historia moderna.
Sebastián Godínez Rivera es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Cursó un diplomado en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Fue profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Actualmente, es columnista en Latinoamérica21, Politicx y conductor del programa de radio Café, política y algo más.
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