Sindicato Minero demandará a Germán Larrea, por dejar morir a 63 mineros en el yacimiento de carbón Pasta de Conchos en 2006
“Los trabajadores fueron abandonados y al quinto día de que sucedió la explosión decretaron la suspensión de las actividades de rescate, argumentando que todos los trabajadores habían muerto porque la explosión fue de tal magnitud que habían sido calcinados, un años después dos trabajadores fueron rescatados de los 65, y la investigación y la autopsia que se les hicieron arrojó que los dos habían muerto por asfixia, no por carbonización, lo que quiere decir que empresa y gobierno de Vicente Fox, decretaron suspender el rescate sin saber si los trabajadores estaban con vida o sin ella, los condenaron a la muerte”, afirma el líder minero Napoleón Gómez Urrutia
Por: Martín Velasco
El Sindicato Nacional de Mineros, que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, prepara la demanda en contra del dueño de Grupo México, Germán Larrea y otros directivos de la compañía y funcionarios federales del sexenio foxista por el delito de homicidio industrial.
El dirigente y legislador morenista, recordó que a cinco días de ocurrido el fatal accidente el 19 de febrero de 2006, autoridades y empresa decidieron abandonar a su suerte a los trabajadores sepultados, sin saber si había sobrevivientes.
Gómez Urrutia, dijo que de los 65 mineros muertos, se pudieron recuperar dos cuerpos, que no mostraron signos de perder la vida como consecuencia de la explosión, sino por asfixia, con lo que se demuestra que autoridades y empresa no actuaron debidamente para rescatar a los 63 mineros restantes.
El Sindicato de Mineros, recordó que el entonces secretario del Trabajo federal, era el actual senador del PAN, Francisco Javier Salazar Sáenz, quien en su momento evitó por todos los medios que continuaran los trabajos de rescate.
En cuanto al magnate Germán Larrea –el segundo hombre más rico en el país–, la organización gremial, señaló que no es la primera vez que actúa de manera irresponsable, tras recordar el derrame de sustancias tóxicas en los ríos Bacanuchi y Sonora.
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