“Fallamos”, dice directora del Servicio Secreto ante la Cámara de Representantes tras el atentado a Trump en Pensilvania

Kimberly Cheatle, titular de la agencia responsable de la seguridad del presidente y ex presidentes de Estados Unidos, reconoce ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes que los errores en la custodia del político neoyorquino en el atentado, donde Trump resultó herido en la oreja derecha, el agresor y un espectador muertos, es el ‘fallo operativo más significativo’ del Servicio Secreto en décadas, y promete a los legisladores ‘mover cielo y tierra’ para asegurarse de que no se repita

“Directora Cheatle, como Donald Trump está vivo, y gracias a Dios lo está, usted parece una incompetente. Si lo hubieran matado, usted parecería culpable”, sostiene el legislador republicano por Ohio, Mike Turner, al tiempo de que el Servicio Secreto reconoce que rechazó algunas solicitudes de la campaña del polémico empresario neoyorquino para aumentar la seguridad en sus eventos en los años previos al intento de asesinato

Redacción Círculo Rojo

Fallamos, dijo sin miramientos Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto, este lunes ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, donde la funcionaria asumió toda la responsabilidad por los errores de la agencia relacionados con atentado al candidato presidencial republicano, Donald Trump, el pasado 13 de julio en Pensilvania.

La titular de la agencia responsable de la seguridad del presidente y ex presidentes de Estados Unidos, reconoció que los errores en la custodia del político neoyorquino en el atentado, donde Trump resultó herido en la oreja derecha, el agresor y un espectador muertos, es el fallo operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas, y prometió a los legisladores mover cielo y tierra para asegurarse de que no se repita.

Tras sus argumentos, los legisladores manifestaron su enojo por cómo el atacante, Thomas Matthew Crooks, de 20 años de edad, pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano cuando se suponía que debía estar cuidadosamente vigilado por agentes del Servicio Secreto, por lo que la cuestionaron por qué se le debería permitir conservar su trabajo y por qué a Trump se le permitió subir al escenario después de que las autoridades locales identificaron a un sospechoso; y por qué no había agentes de seguridad en el techo donde se encontraba el agresor o si la agencia usó drones para monitorear el área.

Cheatle, sólo respondió que todavía está esperando que se desarrolle la investigación, lo que motivo, aún más, el enojo de los congresistas.

Directora Cheatle, como Donald Trump está vivo, y gracias a Dios lo está, usted parece una incompetente. Si lo hubieran matado, usted parecería culpable, dijo el legislador republicano por Ohio, Mike Turner.

Cheatle, que lleva casi tres décadas en la agencia, se mostró desafiante al afirmar que era la persona adecuada para dirigir el Servicio Secreto a pesar de los fracasos.

En tanto, el representante demócrata por California, Ro Khanna, recordó que el director del Servicio Secreto que presidió la agencia cuando se produjo un intento de asesinato del presidente Ronald Reagan dimitió posteriormente.

Lo que tenemos que tener en este país son agencias que trasciendan la política y tengan la confianza de independientes, demócratas, republicanos, progresistas y conservadores, dijo Khanna, al sostener que el Servicio Secreto ya no era una de esas agencias.

El ataque a Trump fue el intento más grave de asesinar a un presidente o candidato presidencial desde que le dispararon a Ronald Reagan en 1981. Fue la más reciente de una serie de fallas de seguridad del Servicio Secreto que ha generado investigaciones y escrutinio público a lo largo de los años, sobre todo cuando la agencia ha reconocido que rechazó algunas solicitudes de la campaña del polémico empresario neoyorquino para aumentar la seguridad en sus eventos en los años previos al intento de asesinato. Pero Cheatle dijo que no se negaron activos para el mitin del candidato repúblicano el  13 de julio en Butler, Pensilvania.

Al tiempo de lo que el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, calificó lo ocurrido como un fracaso, varios legisladores han pedido la renuncia de Cheatle, quien de acuerdo con dichos del Servicio Secreto, ella no tiene intención de dimitir y, hasta el momento, conserva el apoyo del presidente Joe Biden y del mismo Mayorkas.

Mientras tanto, las autoridades han estado buscando pistas sobre lo que motivó a agresor Crooks, pero hasta ahora no han encontrado ninguna inclinación ideológica que pueda ayudar a explicar sus acciones. Los investigadores que registraron su teléfono encontraron fotos de Trump, Biden y otros altos funcionarios del gobierno estadounidense, y también descubrieron que había buscado las fechas de la Convención Nacional Demócrata, así como las apariciones de Trump.

(Fuente Agencias/Fotos X)

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