Trump autoriza enviar otros 2 mil efectivos de la Guardia Nacional a Los Ángeles para contener las protesta por las redadas antiinmigrantes

Las protestas comenzaron el viernes en el centro de Los Ángeles después de que funcionarios federales de inmigración arrestaron a más de 40 personas en diversas partes de la ciudad. La mañana del lunes se percibía un ligero aroma a humo en el centro de la metrópoli angelina, un día después de que multitudes bloquearon una importante autopista y prendieron fuego a vehículos autónomos, y de que la policía respondió con gas lacrimógeno, balas de goma y granadas aturdidoras

Protestas LA 8Jun

“No tomamos a la ligera que el presidente abuse de su autoridad y movilice ilegalmente a efectivos de la Guardia Nacional de California. Trump había pisoteado la soberanía del estado”, afirma el fiscal general de California, Rob Bonta, al anunciar que ha presentado una demanda por el despliegue ilegal de la Guardia Nacional para detener el despliegue

Redacción Círculo Rojo

Al cumplirse cuatro días de redadas antiinmigrantes en Los Ángeles, California, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó este lunes el despliegue de otros 2 mil elementos de la Guardia Nacional junto con 700 infantes de Marina, lo que ha generado malestar entre funcionarios locales y el gobernador del estado, Gavin Newsom, y que, según el jefe de policía, tanta presencia militar crea desafíos logísticos para manejar las protestas de manera segura.

Unos 2 mil efectivos de la Guardia Nacional autorizados inicialmente por Trump, comenzaron a llegar ayer domingo, día en que se vivió la mayor violencia de los tres días de protestas impulsadas por la indignación por las redadas de inmigración del gobierno federal, que según los críticos están separando a familias.

Las manifestaciones del lunes, fueron mucho menos ruidosas, y miles de personas participaron pacíficamente en una manifestación en el Ayuntamiento, mientras cientos más protestaron afuera de un complejo federal que incluye una cárcel donde algunos inmigrantes están detenidos tras las redadas realizadas en lugares de trabajo en toda la ciudad.

Trump, ha descrito Los Ángeles en términos alarmantes que la alcaldesa Karen Bass y el gobernador Newsom, dicen que están lejos de la verdad.

Afirman que Trump está poniendo en riesgo la seguridad pública al enviar personal militar pese a que la policía dice que no necesita la ayuda.

El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, dijo en un comunicado que confiaba en la capacidad del departamento de policía para lidiar con las manifestaciones a gran escala y que la llegada de los marines sin una coordinación previa con el departamento de policía les presentaba un importante desafío logístico y operativo.

En una publicación en X, el gobernador Newsom calificó el despliegue de soldados como imprudente y una falta de respeto a nuestras tropas. Esto no es por la seguridad pública. Es para alimentar el ego de un presidente peligroso, destacó.

Las protestas comenzaron el viernes en el centro de Los Ángeles después de que funcionarios federales de inmigración arrestaron a más de 40 personas en diversas partes de la ciudad. La mañana del lunes se percibía un ligero aroma a humo en el centro de la metrópoli angelina, un día después de que multitudes bloquearon una importante autopista y prendieron fuego a vehículos autónomos, y de que la policía respondió con gas lacrimógeno, balas de goma y granadas aturdidoras.

Funcionarios estadounidenses, dijeron que los marines fueron desplegados para proteger propiedad y personal federal, incluidos los agentes de inmigración. La orden de Trump del lunes puso a los miembros de la Guardia Nacional en servicio activo.

Un funcionario estadounidense, advirtió que la orden acaba de ser firmada y que la movilización de las tropas podría tomar uno o dos días.

A pesar de su presencia, ha habido poca interacción hasta ahora entre la Guardia Nacional y los manifestantes, mientras que la policía local implementa medidas para control de multitudes.

California se opone a la presencia de tropas federales

El fiscal general de California, Rob Bonta, presentó una demanda por el despliegue inicial de la Guardia Nacional, y dijo a reporteros que Trump había pisoteado la soberanía del estado.

No tomamos a la ligera que el presidente abuse de su autoridad y movilice ilegalmente a efectivos de la Guardia Nacional de California, declaró Bonta al planear solicitar una orden judicial que declare ilegal el uso de la Guardia Nacional por parte de Trump y una orden de restricción para detener el despliegue.

Trump, en tanto, afirmó hoy que la ciudad de Los Ángeles habría quedado completamente destruida si él no hubiera ordenado el despliegue de la Guardia Nacional.

Al hacer un llamado al gobierno federal a detener las redadas, la alcaldesa Karen Bass, calificó el despliegue de soldados como un intento deliberado del gobierno de Trump de crear desorden y caos en nuestra ciudad.

Primeras protestas del lunes se mantuvieron pacíficas

El lunes, miles de personas inundaron las calles alrededor del Ayuntamiento para participar en una manifestación antes de la audiencia del presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios de California, David Huerta, quien fue puesto en libertad unas horas más tarde tras pagar una fianza de 50 mil dólares.

El arresto el viernes de Huerta –que representa a miles de conserjes, agentes de seguridad y otros trabajadores del estado, mientras protestaba contra las redadas de inmigración–, se ha convertido en un clamor para las personas indignadas por las medidas policiales del gobierno.

Las primeras protestas de hoy lunes, se llevaron a cabo bajo un ambiente tranquilo e incluso alegre en ocasiones, donde personas bailaban al ritmo de la música en vivo y se animaron por la liberación de Huerta.

Los manifestantes se tomaron de las manos afuera de la instalación carcelaria federal del centro de la ciudad en donde Huerta estaba detenido. Líderes religiosos se unieron a los manifestantes, y en ocasiones intervinieron junto con los organizadores para calmar momentos de tensión.

Había una fuerte presencia policial en las pocas manzanas que rodeaban el centro de detención federal, mientras que la mayoría de los 4 millones de habitantes de la ciudad seguían con sus actividades habituales en calles tranquilas.

Los cánticos contra efectivos de la Guardia Nacional que rodeaban los edificios federales se intensificaron por la tarde mientras la gente gritaba, ¡Libérenlos a todos! y la Guardia Nacional tiene que irse.

A medida que la multitud se dispersaba por la noche, la policía comenzó a empujar a los manifestantes fuera del área y a disparar municiones de control de multitudes mientras la gente coreaba: Protesta pacífica.

En una conferencia de prensa afuera de un almacén de ropa en Los Ángeles, familiares de trabajadores detenidos exigían la liberación de sus seres queridos.

Los familiares de Jacob Vásquez, de 35 años, quien fue detenido el viernes en el almacén donde trabajaba, señalaron que aún no tenían información sobre él.

Jacob es un hombre de familia y el único sostén de su hogar, dijo Gabriel, el hermano de Vásquez, a la multitud.

Docenas de personas fueron arrestadas durante el fin de semana. Las autoridades dicen que una fue detenida el domingo por lanzar una bomba incendiaria hacia la policía y otra por embestir una línea de agentes con una motocicleta.

McDonnell, indicó que la policía fue abrumada por los manifestantes restantes, quienes incluían agitadores que se con frecuencia se presentan en las manifestaciones para causar problemas.

McDonnell, agregó que las protestas siguieron un patrón similar al de otros disturbios civiles, donde las cosas generalmente se intensifican en el segundo y tercer día.

Despliegue de Guardia Nacional es una escalada casi sin precedentes

El despliegue parecía ser la primera vez en décadas que se activa a la Guardia Nacional de un estado sin una solicitud de su gobernador, una escalada significativa contra aquellos que han buscado obstaculizar los planes de deportación masiva del gobierno.

La última vez que se activó a la Guardia Nacional sin el permiso de un gobernador fue en 1965, cuando el presidente Lyndon B. Johnson envió tropas para proteger una marcha por los derechos civiles en Alabama, según el Brennan Center for Justice.

En una directriz, Trump invocó el sábado una disposición legal que le permite desplegar a miembros del servicio federal cuando hay una rebelión o peligro de una rebelión contra la autoridad del gobierno de Estados Unidos.

(Fuente Agencias/Fotos X/Twitter)