El mito del indigenismo
Estas voces del oficialismo y afines tratan de justificar y purificar la cuestionada elección judicial, pero no más. Que haya ganado una persona de raíces indígenas no tiene ningún significado, sino que al contrario, solo se está fortaleciendo la Historia de Bronce, es decir, crear narrativas que fortalezcan al gobierno. Festejar que el próximo presidente de la Corte tenga raíces indígenas y glorificarlo, es propaganda, porque en su actuar este nunca ha estado al lado de las comunidades originarias

Por: Sebastián Godínez Rivera

El tema de las raíces indígenas ha cobrado relevancia a partir del virtual triunfo de Hugo Aguilar en las pasadas elecciones judiciales. De origen mixteco, el abogado fue la persona más votada, por lo tanto, será el nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Su aparición en la opinión pública ha generado que muchos le apoden como el nuevo Benito Juárez, mientras que otros claman y defienden el fracaso de estos comicios con argumentos como se ha roto la brecha y habrá un ministro presidente indígena.
Cabe destacar que estas voces del oficialismo y afines tratan de justificar y purificar la cuestionada elección judicial, pero no más. Que haya ganado una persona de raíces indígenas no tiene ningún significado, sino que al contrario, solo se está fortaleciendo la Historia de Bronce, es decir, crear narrativas que fortalezcan al gobierno. Festejar que el próximo presidente de la Corte tenga raíces indígenas y glorificarlo, es propaganda, porque en su actuar este nunca ha estado al lado de las comunidades originarias.
Aguilar es artífice de las consultas que han mermado a pueblos originarios como la termoeléctrica en Morelos; algunas otras comunidades han hecho el llamado a que ser indígena no significa que esté de lado de ellos. En redes sociales han surgido fotos de este personaje junto al Subcomandante Marco, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, pero también junto al expresidente López Obrador. Con este último, son más palpables sus raíces morenistas y radicales, demostrando que la próxima parte solo será un apéndice del gobierno morenista.
Es importante destacar que el ser indígena no es un elemento que por consiguiente lo haga una persona más humana o transformadora, al contrario, es como decir que el hecho de ser mujer las convierte en feministas en automático. Sobre todo, si revisamos los anales de la historia son los personajes indígenas quienes en algunos casos han sido los más autoritarios y quienes se desmarcan de la realidad y sus seguidores al punto de convertirse en tiranos.
Por ejemplo, Benito Juárez que fue presidente de México de 1858 a 1873, es conocido por ser de origen indígena y humilde. No obstante, gobernó de forma ininterrumpida por 13 años debido a la inestabilidad del país; también es artífice de una de las limpiezas raciales más agresivas contra el sureste y es conocido por el polémico Tratado Mclane-Ocampo, en el cual se le permitía a Estados Unidos ocupar el Istmo de Tehuantepec.
El elemento más polémico de este personaje es que teniendo raíces zapotecas, impulsó la modernización del país atrayendo extranjeros, pero con el objetivo de reducir la población indígena. Juárez logró entrar a la élite debido a su matrimonio con Margarita Maza y el apoyo económico que le brindó la familia Sala Nueva y en cuanto lo hizo se olvidó de quienes más carecían de elementos para abandonar la pobreza.
Otro personaje es el general Porfirio Díaz, que gobernó de 1876-1880 y de 1884-1911 oriundo de Oaxaca y con marcadas facciones indígenas trato de ocultar sus raíces bajo el argumento de la modernización. Díaz es conocido por su abierta cruzada contra los yaquis de Sonora y la persecución que impulsó al punto de ponerlos a trabajar en las haciendas henequeneras de Yucatán. Pero un elemento que destaca es su proceso de refinación desde que contrajo nupcias con Carmelita Romero Rubio.
Ella era parte de la élite del momento y su matrimonio con Díaz fue un guiño con la clase alta, aunado a que el general comenzó a refinarse para dejar atrás la imagen del caudillo y el México bronco. Díaz se polveaba la cara para verse más blanco, comenzó a portar trajes a su medida y adoptó el estilo parisino de vivir el cual fue replicado en varias ciudades del país con el famoso estilo Art Decó.
Díaz modernizó el país, es cierto, pero también trató de eliminar y a los más pobres entre ellos a los indígenas, mientras que a otros los persiguió. Muestra de que el tener raíces o provenir de una comunidad originaria no es símbolo de que siempre se defenderán sus intereses o que se está recubierto de un manto que dota de facultades místicas. Lo mismo pasará con Hugo Aguilar quien tiene sus intereses en Morena, pero no con la justicia, ni el estado de derecho.
Al punto que ha dicho que no utilizará toga y ya hay una ley impulsada por Morena y Partido Verde quienes insisten en quitarla por ser clasista. Aguilar ha dicho que no la utilizará y qué mejor portará trajes típicos de su comunidad para ejercer la función, muestra de una nueva Corte que ha dejado atrás el antiguo régimen. Aunado a esto Hugo Aguilar carece de carrera judicial, no conoce los grandes tratados de Derecho y seguramente su doctrina es el lopezobradorismo como los próximos integrantes de la Corte.
Posdata: El lunes pasado, Hugo Aguilar publicó un video en sus redes sociales llamando a un voto de confianza a todos quienes no salimos a votar. Nunca había visto algo tan grotesco, pues los jueces no deben pedir votos de confianza o que haya un beneficio de la duda para ejercer su función, claro esto típico de los políticos de los partidos.

Sebastián Godínez Rivera es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Cursó un diplomado en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Fue profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Actualmente, es columnista en Latinoamérica21, Politicx y conductor del programa de radio Café, política y algo más.
Lo expresado en este espacio es sólo responsabilidad del que escribe, no refleja la política de Círculo rojo: el encuentro con la noticia. Cualquier reclamación, legal o civil, deberá de hacerse directamente con el autor. Los colaboradores laboran de forma voluntaria y personal sin alguna relación de trabajo ni comercial con este medio de comunicación