Ortega en Nicaragua ha impuesto un “sistema de terror”: Sergio Ramírez

“Hay cero posibilidad (de elecciones libres) y la fuerza política que vaya hasta el final le hará mucho daño a Nicaragua, estará dándole credibilidad democrática a un proceso que está viciado de antemano. Los partidos que vayan hasta el final, que acepten la derrota electoral y los asientos que se les asignen en la Asamblea Nacional (Parlamento), son los que le van a dar la fuerza a Daniel Ortega para reclamar legitimidad de las elecciones. Es un paso muy grave”, advierte el escritor y ex vicepresidente sandinista

El escritor y ex vicepresidente sandinista, Sergio Ramírez, advirtió este lunes que en Nicaragua hay cero posibilidad de que se realicen elecciones libres el 7 de noviembre próximo, y dijo que las fuerzas opositoras que participen en los comicios estarán legitimando una reelección de Daniel Ortega.

En entrevista con The Associated Press desde Estados Unidos, donde se encuentra realizando un tratamiento médico, el Premio Cervantes de Literatura 2017 dijo que Ortega ha impuesto un sistema de terror que impide a la gente salir a las calles libremente y que no tolerará por tanto ninguna campaña electoral opositora.

Hay cero posibilidad (de elecciones libres) y la fuerza política que vaya hasta el final le hará mucho daño a Nicaragua, estará dándole credibilidad democrática a un proceso que está viciado de antemano, aseveró el autor de Castigo Divino y Margarita, está linda la mar.

Unas elecciones donde la mayoría de candidatos que puedan oponerse a Ortega están en la cárcel, no pueden ser elecciones, subrayó al referirse al arresto de cinco aspirantes presidenciales en los últimos días, entre casi una veintena de opositores detenidos por la policía desde el 2 de junio.

Para las elecciones se han inscrito alianzas como la del gobernante Frente Sandinista, que postulará a Ortega para su tercera reelección consecutiva, y varias fuerzas opositoras minoritarias. Sin embargo, fue excluido un partido que prestaría su casilla a la opositora Coalición Nacional, bloque amplio opositor surgido tras las protestas sociales de abril de 2018.

Los partidos que vayan hasta el final, que acepten la derrota electoral y los asientos que se les asignen en la Asamblea Nacional (Parlamento), son los que le van a dar la fuerza a Daniel Ortega para reclamar legitimidad de las elecciones. Es un paso muy grave, consideró el escritor centroamericano.

Ramírez, de 78 años, fue vicepresidente de Nicaragua durante el primer gobierno de Ortega (1985-1990), pero a mediados de la década de 1990 tomó distancia del líder izquierdista y fundó junto a otros intelectuales y ex guerrilleros el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), proscrito en 2009 como partido y actualmente llamado movimiento Unamos. Ramírez está retirado de la actividad política desde 1996.

El escritor dijo que no se ven señales de mejoramiento, debido a la escalada represiva del gobierno sobre toda la disidencia.

Mucha gente está saliendo del país de manera masiva, como no había ocurrido desde 2018 y hay mucho temor entre la población. Nadie sabe quién va a ser el próximo (detenido por la policía), nadie sabe qué casa va a ser allanada, destacó.

Señaló que Ortega actúa con represalia frente a cada presión externa. Si mañana el Congreso de Estados Unidos aprueba la Ley RENACER (que prevé nuevas sanciones a funcionarios sandinistas), el régimen podría reaccionar otra vez de manera violenta contra la gente.

Esta es una escalada continua; no sabemos qué va a pasar de aquí a noviembre cuando están fijadas las elecciones, que yo veo como un hecho completamente imposible, insistió.

A su juicio, Ortega, de 75 años y que traspasó el gobierno en 1990 a Violeta Chamorro tras ser vencido en las urnas, no quiere volver a entregar el poder.

La idea del poder para siempre es lo que guía todo este proceso represivo, el poder bajo cualquier circunstancia, pese a que tenga en contra el voto de 26 gobiernos en la Organización de Estados Americanos (OEA), como ocurrió en la sesión de la semana pasada.

En este sentido, señaló que la sorpresiva decisión de México y Argentina de retirar este lunes a sus embajadores en Managua podría obedecer a que los esfuerzos de mediación (en un eventual diálogo) fracasaron y que Ortega está rechazando una negociación.

Ramírez opinó que los 17 opositores detenidos en las últimas semanas, además de los más de 124 que la oposición reclama como presos políticos son rehenes que Ortega busca utilizar como su principal carta sobre la mesa, cuando quiera abrir una negociación, la cual a su juicio no ocurrirá sino hasta después de que logre reelegirse para un nuevo mandato de cinco años.

Consultado sobre el apoyo que una parte de la izquierda mundial ofrece a Ortega, estimó que algunos lo siguen viendo como un líder con valores revolucionarios y olvidan que ha pasado casi medio siglo desde la revolución sandinista.

Eso no existe más, lo que existe en Nicaragua es una dictadura igual que cualquier otra dictadura, más allá de cualquier color ideológico, subrayó.

El escritor consideró que la ley aprobada a solicitud de Ortega para castigar a los opositores detenidos por supuestos crímenes contra la soberanía y traición a la patria, es una ley de manga ancha, que pudo haber sido escrita bajo el régimen de (el dictador italiano Benito) Mussolini.

Ramírez también pidió a la comunidad internacional que mantenga la atención sobre Nicaragua, porque la violación de derechos humanos es un tema que concierne a la humanidad.

(Fuente APNews/Fotos Twitter)