El 12 de diciembre se podrá observar el último viaje del cometa Leonard
“Estudiar a los cometas nos dice cómo era nuestro sistema solar primitivo, cuando todavía era una nube de gas que después se fue contrayendo y aplanando para formar los planetas más grandes y la Tierra”, explican expertos del Instituto de Astronomía de la UNAM al anunciar que además de este fenómeno, también se podrá apreciar la lluvia de estrellas Gemínidas
Redacción Círculo Rojo
El cometa Leonard (C/2021 A1), que se dirige hacia el Sol, se podrá apreciar a simple vista el 12 de diciembre, suceso que estará acompañado por una lluvia de estrellas, informaron expertos del Instituto de Astronomía de la UNAM.
La investigadora del IA y divulgadora científica, Julieta Fierro Gossman, explicó que los cometas son objetos congelados con diferentes tipos de rocas, que contienen datos de las orillas del vecindario solar.
Leonard proviene de una envolvente que se encuentra muy lejos en el sistema solar, llamada Nube de Oort, cuyos objetos, a diferencia de los planetas (que se mueven en un mismo plano y siguen órbitas elípticas), pueden proceder de cualquier dirección.
Estudiar a los cometas nos dice cómo era nuestro sistema solar primitivo, cuando todavía era una nube de gas que después se fue contrayendo y aplanando para formar los planetas más grandes y la Tierra, agregó Fierro Gossman.
La experta, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, detalló que los cometas brillan conforme se acercan al Sol, porque el hielo que contienen pasa directamente de sólido a gas; es decir, se sublima, formando nubes que destellan y se ven a distancias mayores; dan origen a la llamada cauda que siempre apunta en dirección contraria a nuestra estrella.
Leonard C/2021 A1, que realizará su último viaje, fue descubierto por el astrónomo Greg Leonard, con ayuda del Observatorio del Monte Lemmon (Arizona, Estados Unidos), en enero de 2021, cuando se encontraba más allá de Marte. Hasta ahora existen más de mil 600 observaciones realizadas por expertos que permiten calcular con precisión su trayectoria y posibilidades de regreso.
El punto máximo de acercamiento a la Tierra, explico Julieta Fierro, será cuando se ubique a 35 millones de kilómetros, lo cual ocurrirá el 12 de diciembre, situación que no debe causar preocupación a la población. Será en ese momento cuando en México se tenga la mejor vista del objeto. Posteriormente sería posible observarlo el 15 de enero, aproximadamente 30 minutos después de la puesta del Sol, explicó.
El también investigador del IA, Fernando Ávila Castro, coincidió con Julieta Fierro y añadió que si bien al ser descubierto se dijo que podría regresar en 70 mil o 75 mil años, cálculos recientes revelan que será la última vez que surcará el cielo cerca del astro rey.
El promotor de la llamada Ley de Cielos Oscuros, comentó que a partir del 5 o 6 de diciembre se localizará en el este, aproximadamente una hora y media antes del amanecer; a partir del día 12, hacia el oeste; el mejor momento será poco después del atardecer.
Si se cumplen los pronósticos, se podrá observar a simple vista en un sitio oscuro; sin embargo, en las ciudades se requerirá de telescopio debido a la contaminación lumínica, acotó el investigador.
Podemos decir que es una oportunidad única porque después de su paso por el punto más cercano del Sol, será eyectado fuera del sistema solar. La interacción con los diferentes planetas del Sol ha modificado la órbita de este cometa y, prácticamente, le vamos a decir adiós, detalló el astrónomo.
Adicionalmente a la observación de Leonard, comentó, se podrá apreciar la lluvia de estrellas Gemínidas, después de la media noche, de la cual se esperan de 60 a 80 meteoros por hora. También sugirió un sitio oscuro para su avistamiento.
Ávila Castro enfatizó que la principal observación sería durante la noche del domingo 12, cuando ambos fenómenos alcanzarán su máximo esplendor.
Los expertos recordaron que los cometas ofrecen espectáculos naturales únicos que no suelen ser predichos con certeza, porque varios son observados cuando se encuentran cerca del vecindario solar, aunque ahora los equipos satelitales, como NEOWISE, comenzaron a detectarlos.
(Fotos UNAM)