Es el sistema eléctrico actual el peligro más grande para los campesinos mexicanos: Bartlett
“Si el campo se queda en manos de estos grandes intereses galácticos allá arriba, pues no va a subsistir; solamente en manos del Estado con el interés definitivo sobre el propio crecimiento de la nación, puede el campo tener probabilidades de salir adelante, y me refiero a la gran mayoría de los campesinos, tal vez esos grandes consorcios agrícolas pues sí tendrían relación con estos grupos, pero la población mexicana en su conjunto; el campo en su conjunto no podría subsistir, es el peligro más grande para los campesinos mexicanos”, afirma el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz
De no aprobarse la reforma, el destino México quedaría en manos de una dictadura eléctrica y con ello se dictaminaría la muerte del agro nacional, dice Manuel Bartlett
Por: Martín Velasco
El suministro de energía para el campo mexicano quedará garantizado con la reforma eléctrica impulsada por el actual gobierno, porque las empresas privadas no tienen interés en invertir en este sector, afirmó el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz.
Al participar en el Debate sobre la Reforma Eléctrica y sus Implicaciones para el Medio Rural, organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el titular de la CFE destacó que al contrario de la reforma peñista, a la que calificó de tramposa y oculta, la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador pretende rescatar la soberanía eléctrica, en especial cuando este mercado vale actualmente 315 mil millones de dólares.
Bartlett Díaz, precisó que de mantenerse el actual estado del sistema eléctrico, el destino de México quedaría en manos de los fondos que controlan a las compañías que operan en nuestro país, y decidirían en donde se invierte e incluso fijarían las tarifas, al imponerse en los hechos una dictadura eléctrica y con ello dictaminar la muerte del agro nacional.
Manuel Bartlett, comentó que con la estructura con la que operan los privados, se da preponderancia a las ganancias sobre las necesidades de los países, porque los capitales supranacionales buscan ganancias financieras y por tanto carece de interés el sector campesino, ya que no les representa grandes dividendos.
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