“La peste funesta es la corrupción, no una señora de la tercera edad”: López Obrador

Por: Valentín Alemán Santillán
“Yo me reúno con la señora, la saludo y hubo un gobierno conservador (el de Felipe Calderón) que negoció con el hijo de la señora y no dicen nada. O sea, de veras que son hipócritas, esa es la verdadera doctrina del conservadurismo, la hipocresía”

Al afirmar que la peste funesta es la corrupción, no una señora de la tercera edad, el preside Andrés Manuel López Obrador atajó las críticas por haber saludado a María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

Comentó que durante su gira del fin de semana por Sinaloa para supervisar los avances del camino que va a atravesar la Sierra Madre Occidental en beneficio de más de 100 comunidades marginadas, saludó a la señora de 92 años al confirmarle que sí recibió su segunda carta en la que le informa que Estados Unidos le negó la visa humanitaria para poder visitar a su hijo, preso en un penal de alta seguridad en el estado de Colorado, Estados Unidos.

Sí la saludé, hicieron un escándalo nuestros adversarios, los conservadores. Me bajé de la camioneta y la saludé, ya dije ‘la peste funesta es la corrupción, no una señora de la tercera edad’. A veces le tengo que dar la mano a delincuentes de cuello blanco que ni siquiera han perdido su respetabilidad, pero es mi trabajo, sentenció.

Sostuvo que el encuentro con la señora Loera Pérez, el día en que su nieto Ovidio Guzmán López cumplía años, no significa nada.

Yo me reúno con la señora, la saludo y hubo un gobierno conservador (el de Felipe Calderón) que negoció con el hijo de la señora y no dicen nada. O sea, de veras que son hipócritas, esa es la verdadera doctrina del conservadurismo, la hipocresía.

Y que acepten que no somos iguales, nosotros no establecemos relaciones de complicidad con nadie, no somos como ellos, expresó.

López Obrador mencionó que su actuar en este caso es una situación humanitaria y que lo haría ante cualquier circunstancia parecida, aunque se me vengan encima los conservadores y sus voceros, los asalariados al servicio del conservadurismo.

Al afirmar que no es un robot, que tiene sentimientos, el mandatario federal, reiteró que lo haría ante cualquier circunstancia parecida, aunque se me vengan encima los conservadores.

Me entregó una carta, porque les decía, tiene 92 años, es una mujer grande la señora, una adulta mayor, anciana y, como todas las madres, todavía no conozco a una madre que acepte la culpa de un hijo, las madres tienen un amor especial, sublime a los hijos.

Entonces, que no lo ha visto en cinco años y que no se quiere morir sin verlo, y me pide que yo ayude en gestiones para que el gobierno de Estados Unidos le permita viajar para ver a su hijo y voy a hacer el trámite; desde luego, esto depende del gobierno de Estados Unidos. Yo creo que por razones humanitarias se le debería de permitir ir, desde luego con cuidados sanitarios, médicos. Lo haría por cualquier ser humano.

“Estimado hermano en Cristo”

Más tarde, el Gobierno de México difundió la nueva carta que la señora María Consuelo Loera Pérez envió al presidente López Obrador el pasado 20 marzo desde Badiraguato, Sinaloa, el que se refiere al jefe del Ejecutivo federal como el Presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y estimado hermano en Cristo.

En primer término deseo agradecerle intervención sobre la carta que le entregamos en su primera visita a Badiraguato Sinaloa el año pasado y deseo informarle lo siguiente al respecto.

Nuestros abogados José Luis González Meza y Juan Pablo Bandillo están en contacto directo con quienes usted designó para la repatriación de mi querido hijo, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, es decir los secretarios de Gobernación, Relaciones Exteriores, Secretaría de Hacienda y la Fiscalía General de la República en donde ya se aportaron todas las pruebas, en donde queda claro que mi hijo fue entregado ilegalmente al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.

Nada me haría más feliz, a mí y a mi familia, verlo en donde debe de estar, en una cárcel en México. Desgraciadamente tengo que informarle que las gestiones de su gobierno para que se me otorgara visa humanitaria para visitar únicamente mi hijo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, me fue negada por el gobierno norteamericano.

Deseo insistirles sobre su apoyo para que se me permita visitar a mi hijo, ya que mi edad avanzada, 92 años y las enfermedades que me aquejan, así como mis grandes deseos de verlo ya que tengo más de cinco años sin verlo, escribió la madre de El Chapo Guzmán.

María Consuelo Loera Pérez se despide del Presidente pidiéndole que siga dando el apoyo, y desea que el señor Jesucristo lo ilumine y los colme de bendiciones en esta tarea que el pueblo de México le asigno.

(Fotos lopezobrador.org.mx)