Elementos de la Marina manipularon investigación de 43 de Ayotzinapa en basurero de Cocula

En su Tercer Informe, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) muestra un video tomado por un dron el 27 de octubre de 2014, en el basurero de Cocula donde supuestamente fueron quemados los 43 alumnos, en el que se muestra a personal de la Marina sacar tres bultos de camionetas de la Semar, hacer fuego y apagarlo al tiempo que se ve a personas agarrar y tirar cosas en la parte más profunda de la hondonada

“Hubo operaciones de inteligencia, de seguimiento, casi contra insurgente, a los movimientos de los estudiantes de Ayotzinapa, días antes de su desaparición”: GIEI

Redacción Círculo Rojo

En su Tercer Informe sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), informó este lunes que elementos de la Secretaría de Marina manipularon y escondieron pruebas en la investigación en el basurero de Cocula, donde supuestamente fueron incinerados los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, tras su secuestro el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

Claudia Paz y Paz, experta del GIEI, sostuvo que hubo operaciones de inteligencia, de seguimiento, casi contra insurgente, a los movimientos de los estudiantes de Ayotzinapa, días antes de su desaparición.

El GIEI mostró un video tomado por un dron el 27 de octubre de 2014, en el basurero de Cocula donde supuestamente fueron quemados los 43 alumnos en una gran hoguera, en el que se muestra a personal de la Marina sacar tres bultos de camionetas de la Semar, hacer fuego y apagarlo al tiempo que se ve a personas agarrar y tirar cosas en la parte más profunda de la hondonada.

Las imágenes aéreas fueron cotejadas con documentos militares, por lo que el grupo de la CIDH aseguró hay certeza de que quiénes estaban allí eran miembros de la Marina y de la PGR. En el video también se ve un helicóptero que sobrevuela a baja altura y levanta una gran polvareda sobre donde teóricamente estaban todas las pruebas.

Los expertos del GIEI, refieren que los marinos estuvieron en ese lugar dos horas antes de que llegara el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, e integrantes de la entonces Procuraduría General de la República, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que trabajaban en las indagatorias. Fue entonces cuando se acordonó la zona.

En su informe, los expertos refieren que dos semanas antes el ejército realizó investigaciones que no compartió y que conoció en tiempo real mensajes del crimen organizado sobre el paradero de algunos estudiantes, que no dio a conocer pese a que pudieron haber sido vitales para localizar a los jóvenes.

Los dos primeros informes del GIEI y de la Fiscalía General de la República (FGR), ya habían dicho que la versión de una gran cremación en el basurero de Cocula no era real y que hubo un montaje en el hallazgo en el río San Juan en 2014 del hueso de uno de los jóvenes.

Ahora el nuevo informe señala que hubo dos investigaciones paralelas, la oficial y otra de un grupo de crisis que no compartían datos, y que la llamada verdad histórica del gobierno de Peña Nieto fue una gran operación dirigida por una autoridad superior en la que participaron múltiples actores, desde la policía de Guerrero, a la federal, el Ejército, la Marina, los servicios de inteligencia y diversas agencias de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

El informe, además de los vacíos de información en momentos clave aunque, confirma que se crearon documentos falsos para legalizar irregularidades y detalla, por ejemplo, que la llamada anónima que llevó a la captura de quienes después confesaron haber asesinado y cremado a los jóvenes nunca existió.

La existencia de tortura, corroborada por la CIDH y la ONU, llevó a la justicia mexicana a anular muchas pruebas. Ahora el grupo tuvo acceso a 60 videos de interrogatorios a 50 detenidos realizados no sólo en instalaciones de la PGR sino también de la Marina, que confirman que fue una práctica sistemática.

El entonces jefe principal de la investigación, Tomás Zerón, se encuentra prófugo en Israel acusado de tortura y desaparición forzada. México ha pedido su captura y extradición pero todavía está pendiente.

En tanto, unas 140 personas han sido detenidas desde 2014 pero la mayoría fueron excarcelados por irregularidades en sus procesos y sólo en torno a medio centenar sigue en prisión. Además, delincuentes que presuntamente podrían haber sido testigos clave fueron asesinados.

(Fotos Twitter)