Anne Frank, narrativa del encierro

Por: Mauricio Flores *

Espero poder confiártelo todo como no he podido todavía hacerlo con nadie, escribió como umbral.

Esto en uno de los epígrafes más célebres de la literatura del siglo veinte, marcado en su mitad por los horrores del nazismo, y en el que de igual forma, sincera y esperanzadora, encontró en la escritura una tabla de salvación ante la persecución y el encierro.

Serás para mí un gran sostén, completó.

Jornadas después, entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944, Anne Frank se dedicaría a lograr ese libro eterno llamado simplemente Diario (su título original era El anexo secreto) pequeña gran obra con millones y millones de lectores a la fecha.

Libro hermoso y desgarrador, sincero y candoroso, triste y alegre, trascendental y entretenido, enumera el escritor mexicano Juan Domingo Argüelles en su epílogo a la nueva entrega (Gran Travesía), que aparece coincidentemente en tiempos de confinamiento y temor planetarios. “Vivimos reducidos, en el verdadero sentido de la palabra”.

Que también, así como la admiración provocada y conservada desde su conocimiento, y las subsiguientes traducciones (más de 70 lenguas) y versiones (más de 30 millones de ejemplares), sigue provocando polémicas.

(Recientemente, una editorial holandesa detuvo la publicación de La traición de Ana Frank, de Rosemary Sullivan, libro que identificaba en Arnold van den Bergh al principal sospechoso de revelar a los nazis la existencia del sitio donde la joven Frank escribió Diario).

Traducción de Juan Cornudella y Ana María de la Fuente (Het AchterhuisisEl Anexo secretoDiario…) esta nueva edición arriba también en oportunidad de los 80 años del nacimiento de la autora, en la ciudad alemana de Fráncfort.

Recordarán los lectores. Debido al creciente asedio contra los judíos, la familia Frank huye a Ámsterdam; es ahí, en una sección de una edificación no vista por los alemanes, donde Anne comparte confinamiento con siete personas más, especie de alianza entre las familias Frank (padre, madre, hermana y Anne) y Van Daan (padre, madre y el joven Peter), además del dentista Albert Dussel, en realidad Fritz Pfeffer.

“Poco más de dos años vivieron escondidos los ocho”, recuerda Domingo Argüelles, “hasta que fueron descubiertos por la policía de Hitler y llevados a los campos de concentración donde morirán todos, con excepción del padre de Anne, quien sobrevivió a Auschwitz y quien se encargará de que el diario de su hija se publique, luego de que Miep Gies, amiga de la familia Frank (y quien, junto con su esposo Jan, los ayudara durante todo el tiempo que permanecieron escondidos), encontrara en el “Anexo secreto”, después del arresto, el diario de Anne, que conservó sin leerlo, con un respetuoso pudor y una conmovedora fidelidad”.

Esta nueva entrega de Diario se acompaña de una selección de quince cuentos escritos por la autora, rescatados por la misma Gies del escondite de Ámsterdam, ahora en resguardo de la casa y archivo Documental de la Guerra.

Diario está considerado como el más conocido testimonio acerca de las atrocidades del nazismo, y vaya que mucho y varios autores importantes han escrito sobre ello; una fuente aún ahora abierta investigaciones y ficciones, y que en la sencillez de sus líneas conmueve a cualquiera.

“Nuestra moral va mejorando; todo marcha bien, muy bien”.

Destino-lector

“Suele decirse”, apunta Domingo Argüelles, “que ningún gran libro se pierde jamás, que todos los grandes libros llegan siempre a su destino que es el lector. Ello es bastante probable (como ocurrió con las obras de Franz Kafka), pero lo cierto es que, sin el hallazgo del diario, y sin el especial afecto de Miep a la familia Frank, este libro indispensable que hoy tenemos en las manos y que se ha vuelto tan famoso no existiría”. 

Difícil imaginar la vida adulta de Anne Frank (“siento las cosas de una manera totalmente diferente de como las expreso”) si las vueltas el destino hubieran tomado otro rumbo al del campo de concentración de Bergen-Belsen, donde murió de tifus, semanas antes de la llegada de los británicos, en marzo de 1945.

Interrogante que se suma a las de la propia Anne, expuestas a su imaginaria Kitty de las páginas de Diario. ¿Sabrías decirme por qué las personas ocultan tan celosamente lo que pasa en su interior?”.

“Escribir lo arregla todo, aleja las preocupaciones y levanta el ánimo”, expresó en otras páginas. “Pero, y esto es lo que importa, ¿llegaré a escribir algo importante? ¿Podré ser periodista o autora de novelas? ¡Espero que sí, lo espero con todo mi corazón! Escribiendo puedo expresarlo todo, mis pensamientos, mis ideas y mis fantasías”.

Sus últimas líneas fueron: “Cuando se ocupan demasiado de mí, me pongo arisca y después triste y volviendo una vez más mi corazón hacia el lado malo para ocultar mi lado bueno, sigo buscando el medio de llegar a ser la que me gustaría ser, la que sería capaz de ser, si… no hubiera otra gente en el mundo”.

Anne Frank, Diario, Océano, México, 2022, 415 pp.

* @mauflos