Contaminación mata a una de cada seis personas en el mundo, revela estudio de The Lancet Planetary Health
Muertes por estos modernos factores de riesgo de contaminación, que son la consecuencia no deseada de la industrialización y la urbanización, han aumentado un 7% desde 2015 y más del 66% desde 2000. Para controlar la contaminación y prevenir las enfermedades que genera, con énfasis en el envenenamiento del aire, particularmente por plomo, y un mayor enfoque en la presencia de substancias química peligrosa, es una necesidad urgente que hay que subraya: The Lancet Planetary Health
Redacción Círculo Rojo
En los últimos años, la contaminación se ha convertido en el factor de riesgo ambiental más grande del mundo para enfermedades y muerte prematura. De acuerdo a la Comisión sobre Contaminación y Salud de The Lancet Planetary Health, en su reseña Contaminación y salud: una actualización del progreso, nueve millones de personas fallecieron por la polución en 2015.
En la actualización del Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo 2019, se encontró que la contaminación sigue siendo responsable de que una de cada seis personas muera en mundo.
La investigación revela que a pesar de las muertes atribuibles a los tipos de contaminación asociados con la pobreza extrema han sido menos, estas reducciones en fallecimientos por la mala calidad del aire doméstico y el agua contaminada se ven contrarrestadas por un aumento de los decesos atribuibles al envenenamiento del medio ambiente y la polución de sustancias químicas tóxicas, como el plomo.
Muertes por estos modernos factores de riesgo de contaminación, que son la consecuencia no deseada de la industrialización y la urbanización, han aumentado un 7% desde 2015 y más del 66% desde el 2000, destaca el estudio.
Establece que a pesar de los esfuerzos continuos de las agencias de la ONU, grupos y personas comprometidas, y algunos gobiernos nacionales (principalmente en países de altos ingresos), se puede identificar poco progreso real contra la contaminación en general, particularmente en los países de bajos y medianos ingresos, donde ésta es más severa.
The Lancet Planetary Health, subraya la necesidad urgente para controlar la contaminación y prevenir las enfermedades que genera, con énfasis en el envenenamiento del aire, particularmente por plomo, y un mayor enfoque en la presencia de substancias química peligrosa.
La contaminación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad están estrechamente relacionados. El control exitoso de estas amenazas conjuntas requiere una interfaz científico-político formal con apoyo mundial para informar la intervención, influir en la investigación, y orientar el financiamiento, señala. Por lo general, agrega, la contaminación se ha visto como un problema local que se debe abordar a través de la regulación subnacional y nacional u, ocasionalmente, mediante la aplicación de políticas regionales en países de ingresos más altos.
Ahora, sin embargo, es cada vez más claro que la contaminación es una amenaza planetaria y que sus impulsores, su dispersión y sus efectos sobre la salud trascienden las fronteras locales y exigen una respuesta global.
Se necesita una acción global sobre todos los
principales contaminantes modernos. Los esfuerzos globales pueden crear sinergias con otros programas de políticas ambientales globales, especialmente porque una transición rápida a gran escala de todos los combustibles fósiles a energía limpia y renovable es una estrategia efectiva para prevenir la contaminación y al mismo tiempo ralentizar el cambio climático, y por lo tanto logra un doble beneficio para la salud planetaria, señala.
Conclusiones de la Comisión sobre la contaminación y la salud
La contaminación, es decir, los desechos no deseados de origen humano que se liberan en el aire, la tierra, el agua y el océano sin tener en cuenta el costo o las consecuencias, es una amenaza existencial para la salud humana y la salud del planeta, y pone en peligro la sostenibilidad de las sociedades modernas.
La contaminación incluye el envenenamiento del aire por partículas finas (PM 2·5); ozono; óxidos de azufre y nitrógeno; contaminación del agua dulce; contaminación del océano por desechos de mercurio, nitrógeno, fósforo, plástico y petróleo; y envenenamiento de la tierra por plomo, mercurio, pesticidas, productos químicos industriales, desechos electrónicos y desechos radiactivos.
La Comisión Lancet de 2017 sobre contaminación y salud, que utilizó datos del Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (GBD) de 2015, encontró que la contaminación era responsable de aproximadamente 9 millones de muertes (16% de todas las muertes a nivel mundial) y de pérdidas económicas por un total de 4.6 billones de dólares (6.2% de la producción económica mundial) en 2015.
La Comisión señaló la profunda inequidad de la contaminación: el 92% de las muertes relacionadas con la contaminación y la mayor carga de las pérdidas económicas de la contaminación ocurren en países de bajos y medianos ingresos (LMIC).
Este informe presenta una estimación actualizada de los efectos de la contaminación en la salud, realizada sobre la base de los datos GBD 2019, y también realiza una evaluación de las tendencias desde el 2000. Estos datos muestran que la situación no ha mejorado y que la contaminación sigue siendo un problema importante, una amenaza global para la salud y la prosperidad, particularmente en los LMIC.
Desde el 2000, la disminución constante en el número de muertes por los antiguos flagelos de la contaminación del aire en los hogares, el agua potable insalubre y el saneamiento inadecuado se compensa con el aumento de las muertes atribuibles a las formas más modernas de contaminación. Estas formas modernas de contaminación, por ejemplo, la contaminación del aire ambiental, la contaminación por plomo y la contaminación química, requieren mayores medidas de mitigación y prevención.
(Fotos Twitter)