Discriminación en el mercado laboral, marca las diferencias salariales en grupos potencialmente vulnerables: Conasami

Para la población indígena, el vivir en una localidad rural reduce la probabilidad participar en el mercado laboral en 12.5% respecto a quienes viven en una localidad urbana; y ser mujer la reduce en 40.2% respecto a los hombres. En tanto que tener una discapacidad del habla reduce la probabilidad en 19.3% y tener una condición mental en 28.4%, respecto a quienes tienen otro tipo de discapacidad; y en una relación del mismo sexo, la probabilidad de participar en el mercado laboral es muy similar entre hombres y mujeres, situación que no se ve en las parejas en una relación heterosexual

Población indígena, personas con alguna discapacidad y de la comunidad LGBT+, perciben salarios menores que el resto de los trabajadores en México

Por: Martín Velasco

Mediante la utilización de datos del Censo de Población y Vivienda 2020 y la descomposición Oaxaca-Blinder, metodología que permite conocer las diferencias salariales, la Dirección Técnica de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), encontró que la población indígena gana 18.6% menos en comparación con el resto de los trabajadores, en tanto que las personas con discapacidad perciben un 6.6% menos.

Al presentar ante el Consejo de Representantes el Informe Mensual sobre el Comportamiento de la Economía del mes de julio, con los resultados de la brecha del salario por hora en tres grupos de personas entre 25 a 54 años, potencialmente vulnerables, que trabajan jornada completa y con empleo formal, y una vez realizado el ajuste, la Conasami encontró también que las personas en una relación del mismo sexo, ganan 0.8% más que las personas en una relación heterosexual, aunque esta diferencia no es estadísticamente significativa; es decir, no se puede decir con seguridad que ganan más.

En este punto, la Conasami consideró importante mencionar que el resultado para las personas en una relación del mismo sexo, en general no implica que no exista discriminación laboral a las personas de la comunidad lésbico, gay, bisexual, trans y otras orientaciones sexuales y expresiones de género (LGBT+), ya que con los datos del Censo sólo se identifica que están en una relación del mismo sexo, pero se excluye a las personas solteras y no se puede controlar por otras variables relevantes como expresión de género, o si las personas de su entorno laboral conocen su orientación sexual o identidad de género.

Sobre el ejercicio para conocer la probabilidad de que las personas en cada grupo de interés se inserten en el mercado laboral, la Conasami consideró diversas características sociodemográficas y del hogar. Para la población indígena, el vivir en una localidad rural reduce la probabilidad participar en el mercado laboral en 12.5% respecto a quienes viven en una localidad urbana; y ser mujer la reduce en 40.2% respecto a los hombres.

Para la población con una discapacidad, tener una discapacidad del habla reduce la probabilidad en 19.3% y tener una condición mental en 28.4%, respecto a quienes tienen otro tipo de discapacidad.

Finalmente, el informe de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, resalta que para la población en una relación del mismo sexo, la probabilidad de participar en el mercado laboral es muy similar entre hombres y mujeres, situación que no se ve en las parejas en una relación heterosexual.

(Fotos Twitter)