Enfrentamientos en Sudán dejan 185 muertos; la ONU pide un alto el fuego inmediato

Al condenar enérgicamente el estallido de enfrentamientos, el secretario general de la ONU, António Guterres, llama a todos los que tienen influencia sobre el deterioro de la situación “a que presionen en favor de la paz, y apoyen los esfuerzos para poner fin a la violencia, restaurar el orden y volver a la senda de la transición. Cualquier nueva escalada podría ser devastadora para el país y la región”, advierte

En octubre de 2021, el jefe de las Fuerzas Armadas Sudanesas Abdel Fattah al-Burhan, y Mohamed Hamdan Dagalo, comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido, encabezaron conjuntamente un golpe de Estado contra la transición de Sudán a la democracia, después de décadas de régimen militar

Redacción Círculo Rojo

Al tiempo de que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, condenó enérgicamente el estallido de enfrentamientos entre las fuerzas armadas comandadas por los dos generales más poderosos de Sudán, los combates iniciados hace tres días han dejado al menos 185 personas muertas y más de mil 800 heridas.

Condeno enérgicamente el estallido de enfrentamientos que está teniendo lugar en el país y hago un llamamiento a los líderes de las Fuerzas de Apoyo Rápido y de las Fuerzas Armadas Sudanesas para que cesen inmediatamente las hostilidades, restablezcan la calma e inicien un diálogo para resolver la crisis, afirmó Guterres al pedir un alto el fuego en Sudán.

Antes de pronunciar el discurso de apertura del Foro sobre Financiamiento para el Desarrollo, el jefe de la ONU enfatizó que la situación ya ha provocado terribles pérdidas de vidas humanas, entre ellas las de muchos civiles.

Insto a todos los que tienen influencia sobre el deterioro de la situación a que presionen en favor de la paz, y apoyen los esfuerzos para poner fin a la violencia, restaurar el orden y volver a la senda de la transición. Cualquier nueva escalada podría ser devastadora para el país y la región, advirtió.

En octubre de 2021, el jefe de las Fuerzas Armadas Sudanesas Abdel Fattah al-Burhan, y Mohamed Hamdan Dagalo, comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido, encabezaron conjuntamente un golpe de Estado contra la transición de Sudán a la democracia, después de décadas de régimen militar.

Sin embargo, la integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido en el ejército sudanés, así como el control último sobre los combatientes y las armas para restablecer el gobierno civil, ha detonado los enfrentamientos.

Las Fuerzas de Apoyo Rápido son el principal grupo paramilitar de Sudán, cuyo líder, Dagalo, ha ascendido rápidamente al poder. Dirigidas por Dagalo, están formadas por tropas procedentes de las fuerzas Yanyauid – jinetes armados – que lucharon durante el conflicto de Darfur a principios de siglo. En 2007, parte de las tropas pasaron a formar parte de los servicios de inteligencia del país, destaca este lunes el portal de noticias Euronews.

En tanto, el enviado de Naciones Unidas a la región en conflicto, Volker Perthes, afirmó que ambas partes están usando tanques, artillería y armamento pesado en zonas densamente pobladas. Aviones de combate surcan los aires y las baterías antiaéreas iluminaban los cielos al caer la noche.

Apuntó que el número de víctimas podría ser mucho mayor debido a que hay muchos cuerpos en las calles alrededor del centro de Jartum a los que nadie puede acceder debido a los enfrentamientos. Hasta el momento no hay un reporte oficial sobre cuántos civiles y combatientes han perdido la vida.

Los combates continúan casi ininterrumpidamente. Me he esforzado por convencer a los líderes de ambos bandos de que detengan el fuego para hacer una pausa humanitaria durante unas horas que permita a los sudaneses ir a lugares más seguros o conseguir suministros para el Ramadán o ir al hospital, dijo Perthes a la prensa y sostuvo que las dos partes no nos dan la impresión de querer una mediación inmediata. Más bien, están pidiendo al otro bando que se rinda o se disuelva.

El brote repentino de violencia durante el fin de semana entre los dos principales generales del país, cada uno con el respaldo de decenas de miles de soldados fuertemente armados, atrapó a millones de habitantes en sus residencias o en cualquier lugar que pudieran resguardarse, mientras los suministros se agotan y varios hospitales se ven obligados a cerrar.

Diplomáticos de alto rango de diversos continentes se apresuraban a mediar una tregua, mientras que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se dispone a discutir la situación.

Hay disparos y artillería por todos lados, dijo Awadeya Mahmoud Koko, presidenta de un sindicato de miles de vendedores de té y otros trabajadores de la industria alimenticia, desde su residencia en un distrito del sur de Jartum.

Comentó que un disparo de artillería impactó la casa de un vecino el domingo, dejando al menos tres muertos. No pudimos llevarlos al hospital o sepultarlos, acotó.

En la región central de Jartum se registró un intercambio sostenido de disparos y una columna de humo blanco se elevaba cerca del principal cuartel del ejército. A poca distancia, al menos 88 estudiantes y empleados han estado atrapados en una biblioteca de la facultad de ingeniería de la Universidad de Jartum desde el comienzo de los enfrentamientos, dijo uno de los alumnos en un video publicado en internet este lunes, en tanto que otro dio cuenta de la muerte de un estudiante durante los enfrentamientos que se registraron fuera del lugar. El universitario sostuvo que no contaban con agua ni alimentos, mientras mostraba imágenes de una sala repleta de personas que dormían en el piso.

El director de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, tuiteó que el embajador de la UE para Sudán fue agredido en su propia residencia, pero no dio a conocer más detalles.

Mohamed Hamdan Dagalo, cuyas Fuerzas de Apoyo Rápido se originaron en las milicias Janjaweed de la región de Darfur, se ha proyectado como un defensor de la democracia y ha calificado a Abdel Fattah al-Burhan, jefe de las Fuerzas Armadas Sudanesas, como el agresor y un islamista radical. Ambos generales tienen un largo historial de violaciones a los derechos humanos y sus soldados han reprimido a activistas pro democracia.

(Fuente Agencias/Fotos Twitter)