La vena autoritaria latente… ¡Cuidado!

Desde que Samuel García pidió licencia como gobernador para competir por la presidencia, se negó a que el Congreso local designara al gobernador interino. Sin embargo, García Sepúlveda, desde antes de dejar, el cargo nombró al Secretario de Gobierno, como encargado de despacho. La Constitución neoleonesa establece que cuando el Congreso otorgue licencia al mandatario estatal, el Secretario de Gobierno asumirá la encargaduría de despacho hasta que el legislativo nombre un interino

Por: Sebastián Godínez Rivera

Es bien sabido que la democracia en México y en todo el mundo no vive su mejor momento. En nuestro país el proceso electoral concurrente 2023-2024 se ha acompañado de violencia, transgresiones a las reglas electorales y una crisis constitucional en Nuevo León. Desde hace dos semanas y media la entidad norteña ha estado en la opinión pública y no por las mejores razones.

Desde que Samuel García pidió licencia como gobernador para competir por la presidencia, se negó a que el Congreso local designara al gobernador interino. Sin embargo, García Sepúlveda, desde antes de dejar, el cargo nombró al Secretario de Gobierno, como encargado de despacho. La Constitución neoleonesa establece que cuando el Congreso otorgue licencia al mandatario estatal, el Secretario de Gobierno asumirá la encargaduría de despacho hasta que el legislativo nombre un interino.

Para el candidato naranja, eso no tiene relevancia y a pesar de pedir licencia está empeñado en dejar un integrante de Movimiento Ciudadano. El mismo Tribunal Electoral y la Suprema Corte ya dijeron que es facultad del Congreso nombrar al interino, pero nunca establece que debe ser del mismo partido. La lucha entre García y el Congreso ha escalado al punto de que la designación de Luis Enrique Orozco Suárez estuvo marcada por un asalto al parlamento y levantando un cerco en el Palacio de Gobierno para evitar que el interino asuma el mando.

Samuel García, es un caso paradójico y bizarro en la deficiente democracia mexicana, en la Feria Internacional del Libro, declaró que leyó El Federalista de James Madison, Alexander Hamilton y John Jay porque sabe que es muy importante el federalismo y el equilibrio de los poderes. Lamentablemente García Sepúlveda al igual que el expresidente Enrique Peña Nieto, tampoco lo leyó completo, ya que hay capítulos dedicados a la división de poderes, al respeto al Poder Legislativo e incluso sobre la tiranía que puede surgir cuando algunos gobernantes lastiman al sistema político.

Lo que ocurre en Nuevo León es muestra del desgaste democrático que vive el país y del autoritarismo latente en México. Asimismo, debería preocuparnos que esto haya llegado a Palacio Nacional y el presidente salió a la defensa de García acusando al conservadurismo y la derecha. Estos elementos muestran que a López Obrador tampoco le molesta el desgaste de las instituciones o que se viole la ley, ya que a lo largo de cinco años él ha sido el principal transgresor.

Existe un elemento más preocupante, los internautas y muchas personas han tomado como chiste la irrupción en el Congreso y el uso de Fuerza Cívica Nuevo León para impedir que el interino asuma el gobierno. Considero que a pesar de ser a nivel local, esto sienta un precedente rumbo a las elecciones de 2024 o en cualquier otro momento. Esto abre las puertas para que cualquier gobernador o ejecutivo local desafíe al legislativo, al punto de negar la legitimidad con la que este cuenta.

Aunado al asalto del Congreso local, el cual revivió las imágenes cuando Donald Trump llamó a sus seguidores a evitar el fraude electoral y tomaron el Capitolio, queriendo desconocer los resultados y algunos buscando colgar en la horca al vicepresidente Mike Pence. También cuando el bolsonarismo salió a las calles pidiendo que los militares llevaran a cabo un golpe de estado para evitar que Lula Da Silva asumiera el poder.

Los gobernantes y candidatas deberían ser más cuidadosos con sus discursos y acciones, el ambiente está muy tenso y polarizado, es el caldo de cultivo perfecto para que una retórica incendiaria se materialice en un acto material. Mientras que como ciudadanía deberíamos ejercer la función de control y vigilancia del poder, aprendiendo de experiencias internacionales. Vivimos tiempos donde la ley ha sido menospreciada por la clase gobernante y las sociedades cada vez avalan más estos comportamientos nocivos.

En la región existen casos como: Bukele en El Salvador quien buscará la reelección a pesar de ser inconstitucional; un Donald Trump que es el autor intelectual del asalto al Capitolio, pero él argumenta que es un chivo expiatorio; En Venezuela, una izquierda recalcitrante que tiene todo el poder político en sus manos; El orteguismo en Nicaragua ha hecho una purga en la Corte Suprema para hacerse con el poder absoluta.

Si los anteriores casos no son suficientes, en Europa también hay experiencias como: el ascenso de los partidos extremistas en España, Países Bajos, Noruega, Finlandia y Suecia; también está el gobierno unipersonal de Vladimir Putin en Rusia; Erdogan en Turquía cada vez endurece más las medidas contra sus opositores; Polonia vive sometida bajo Andrzej Duda; en Hungría Viktor Orban acumula poder y enarbola un nacionalismo radical.

Por último, si los ejemplos del otro lado del Océano Atlántico no son suficientes también les cuento cómo Asia es otra muestra de los gobiernos que transgreden la ley como: Narendra Modi en la India; la mano dura del expresidente Rodrigo Duterte de Filipinas; las autocracias post soviéticas de Tayikistán, Kirguistán, Uzbekistán o Azerbaiyán por mencionar algunos. Mencionar estos países tiene el objetivo de incentivar la curiosidad en las y los lectores para que conozcan cómo esos gobiernos han moldeado la ley y las instituciones a imagen y semejanza de un líder.

Además, quiero hacer hincapié en que no pretendo comparar a Nuevo León con estos países, pero todos tuvieron un mismo inicio: algunos vivían en crisis y otros sucumbieron ante los líderes autoritarios que les prometieron cambios. Si alguno de los países no despertó interés o curiosidad, quizá no debí ir tan lejos, México también gobernado por un líder populista autoritario.

Finalmente, la crisis en la sultana del norte continúa, porque Samuel García ya no competirá por la presidencia, pero él anunció que vuelve a ser gobernador. El Congreso local ha dicho que la licencia de García Sepúlveda sigue vigente, el gobernador interino Luis Enrique Orozco dice que no hay ninguna notificación de cambios y los miembros de la Administración Pública no se han reunido con Orozco, pero sí con Samuel García. ¿Qué desastre no?

PD. Samuel García se jacta de ser un demócrata y ha referido que John F. Kennedy y Jacqueline Kennedy son los modelos de él y Mariana Rodríguez. Lo cual me hace preguntarme ¿Qué diría el expresidente sobre Nuevo León al ver la toma del congreso y la intolerancia de su gobernante?

Sebastián Godínez Rivera es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Cursó un diplomado en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Fue profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Actualmente, es columnista en Latinoamérica21, Politicx y conductor del programa de radio Café, política y algo más.

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