Liz Truss: la antesala del nacionalismo británico
Liz Truss implementó una política de desregulación que buscaba combatir la inflación por la guerra rusoucraniana, reactivar el mercado luego de la brutal salida del Reino Unido y la presión por la independencia de Escocia. A esto se sumó el desgaste de todo el partido, luego de que los conservadores había ejercido el poder por casi trece años; el cambio de premiers generó malestar, David Cameron (2010-2016); Theresa May (2016-2019); Boris Johnson (2019-2022); y Liz Truss (2022)
Por: Sebastián Godínez Rivera
En los primeros días de noviembre el Partido Conservador decidirá quién será su nuevo dirigente y por ende, impulsará a los tories para volver al poder. Los dos finalistas Robert Jenrick y Keim Badenoch han adoptado una retórica nacionalista para competir la cabeza del partido, alejándose de las bases tradicionales del conservadurismo.
Ambos mezclan agendas desreguladoras de la economía, como en su tiempo lo hizo Thatcher, pero han combinado la retórica agresiva del partido Reform UK de Nigel Farage. Sin embargo, en política la aparición de estos liderazgos no es por generación espontánea sino que puede deberse a la insatisfacción con la democracia o incluso hay pinceladas de que algunos personajes ya abordaron esta visión.
Este es el caso de Liz Truss, la ex Primera Ministra del Reino Unido que ejerció el poder por 49 días. La ex jefa de gobierno mostró su intención por dar un vuelco a la política tradicional de los tories. Cuando ejerció el poder pugnó por un programa de desregulación económica, aumento de impuestos y reducción de la burocracia; además, combinó una retórica antimigración y respaldó al ex presidente Donald Trump.
Truss implementó una política de desregulación que buscaba combatir la inflación por la guerra rusoucraniana, reactivar el mercado luego de la brutal salida del Reino Unido y la presión por la independencia de Escocia. A esto se sumó el desgaste de todo el partido, luego de que los conservadores había ejercido el poder por casi trece años; el cambio de premiers generó malestar, David Cameron (2010-2016); Theresa May (2016-2019); Boris Johnson (2019-2022); y Liz Truss (2022).
No obstante, a esto se sumó que la Premier apostó por una política antiinmigración ligada a la ola populista que recorría el mundo desde 2016. Sin embargo, la caída de Truss se debió a la falta de aliados con los conservadores, aunado a las dimisiones de Kwarteng, antiguo ministro de Economía, y de su ministra del Interior, Suella Braverman, la aislaron. La división provocada por Truss generó un cisma en el seno del partido, el cual se materializó en 2024.
A pesar de su dimisión, Truss no desapareció del escenario político sino que continuó proyectándose a nivel internacional. Fue en 2024 desde la Conservative Political Action Conference (CPAC) en Estados Unidos a la que asistieron varias personalidades de derecha. En ella la ex Premier dio su respaldo a Trump como aspirante a la candidatura republicana; también se encontró con mandatarios como Javier Milei de Argentina o Nayib Bukele de El Salvador.
En su discurso en la CPAC, la ex jefa de gobierno habló sobre la defensa de los valores tradicionales, la vida, llamó a impulsar el libre mercado y a detener la ola migratoria. Además, destacó el papel del conservadurismo internacional como dique contra la ideología woke, es decir, el progresismo o la izquierda internacional. A pesar de haber ejercido el poder por poco tiempo, hay tintes de radicalismos en sus discursos y actuar.
Quizá por el breve periodo que gobernó el Reino Unido no fue posible analizar más a fondo su proyecto nacional y las intenciones que tenía en temas como la migración y economía. No obstante, es pertinente identificar el gobierno de Truss como parteaguas ligado al ascenso de un nacionalismo inglés que en su momento fue impulsado por el partido Reform UK de Nigel Farage.
Algunos consideran que el gobierno de Boris Johnson (2019-2022) fue la antesala del nacionalismo y el populismo. No obstante, es pertinente señalar que este ex Premier tuvo un perfil más cercano al conservadurismo tradicional, pero utilizó al populismo como estrategia para ascender al poder. A esto se suma la retórica radical de Nigel Farage para atraer a los votantes.
Tras el desplome en el nivel de la votación de los tories, el partido comenzó un proceso de renovación. Cabe destacar que los competidores que apostaban por la moderación fueron eliminados en la primera conferencia conservadora en Londres y luego en la de Birmingham. Llegando al punto de tener a un hombre y una mujer, Jenrick y Badenoch que han corrido el partido hacia el populismo para ganar simpatizantes.
En conclusión, podemos identificar que es a partir del gobierno de Truss donde aparecen los primeros índices de radicalismo inglés que hoy impulsan a dos contendientes por el liderazgo torie. A pesar de gobernar poco tiempo, su paso por el 10 de Westminster y el Partido Conservador no fue en vano, sino que sembró la semilla nacionalista que hoy busca dirigir a los conservadores; ya dice el viejo refrán mexicano en política no hay sorpresas, solo sorprendidos.
Sebastián Godínez Rivera es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Cursó un diplomado en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Fue profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Actualmente, es columnista en Latinoamérica21, Politicx y conductor del programa de radio Café, política y algo más.
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