Remesas y votos: las y los mexicanos en el exterior

El voto desde el exterior data desde los inicios de la transición democrática y la ciudadanización del entonces Instituto Federal Electoral (1996) cuando en la Cámara de Diputados se reformó el artículo 36 que establece el derecho y la obligación de votar el cual establecía que las y los mexicanos podían sufragar solo si estaban en el territorio nacional

Por: Sebastián Godínez Rivera

Las elecciones de 2024 serán las más grandes de la historia, ya que el padrón electoral estará conformado por un poco más de 100 millones de personas. Sin embargo, recordemos que México es de los países que ha implementado el voto desde el extranjero y de acuerdo a las cifras del INE se han recibido más de 100 mil solicitudes para registrarse y sufragar el próximo 2 de junio, el periodo de registro finalizó el 25 de febrero.

El voto desde el exterior data desde los inicios de la transición democrática y la ciudadanización del entonces Instituto Federal Electoral (1996) cuando en la Cámara de Diputados se reformó el artículo 36 que establece el derecho y la obligación  de votar el cual establecía que las y los mexicanos podían sufragar solo si estaban en el territorio nacional.

Como todo experimento se necesitó de académicos que analizaron, debatieron y sugirieron el método de implementación para los mexicanos residentes en el extranjero. Por eso en 1998 trece académicos formaron la Comisión de Especialistas quienes elaboraron un informe sobre la urna electrónica, el método de credencialización y las formas para facilitar el acceso al voto. Todas estas experiencias sirvieron para que en 2005 se incluyera en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales se incluyera el voto para las y los que residen en el extranjero.

La primera participación que tuvieron los connacionales en el exterior fue para el proceso electoral federal 2005-2006. La forma para participar fue que debían tener una credencial vigente, inscribirse en la Lista Nominal de Mexicanos Residentes en el Extranjero y al ser validada entonces recibían la boleta electoral y el sobre para que enviaran su voto vía postal.

La participación desde el exterior no es cuestión de un día y ya, sino que para fortalecer la democracia, difundir información importante y mantener un contacto con los connacionales el entonces IFE en 2009 creó la Oficina de Vinculación Electoral de Mexicanos en el Extranjero, adscrita a la Coordinación de Asuntos Internacionales. Como su nombre lo indica se encarga de atender y coordinar los trabajos relacionados a lo electoral con los mexicanos que viven en todo el orbe.

Estos avances se dieron en los albores de la transición democrática y se pusieron en práctica durante la primera década del Siglo XXI cuando el país presenció nuevas alternancias. En 2012 se llevó a cabo la segunda experiencia ya que para esos comicios se recibieron 40 mil 737 a diferencia de los 32 mil 632 votos recibidos en 2006, este incremento habla de una interés de los connacionales para participar e involucrarse en las decisiones del país.

Cabe destacar que los avances para el voto en el exterior no solo se reflejaron en el incremento de los niveles de participación, sino que también en la reducción de costos, en 2006 se gastaron 270 millones de pesos, en relación con los 155 millones de pesos en 2012. A partir de esta reducción en el costo, en 2013 se conformó una nueva comisión, la cual pretendía hacer más eficientes los registros, el acceso y nuevamente reducir los costos de éste modelo.

En 2014 se realizó la reforma político electoral que nacionalizó a la autoridad administrativa y entonces el IFE cambió su nombre a INE, no obstante, esto también repercutió en el modo de los votantes en el exterior. Fue en 2016 cuando se inició con la credencialización en el exterior y este fue acompañado por el INE, partidos políticos, la Cancillería y organizaciones civiles.

Para los comicios de 2018 (en ese entonces fueron las elecciones más grandes de la historia) hubo avances para que los mexicanos en el exterior pudieran participar como: 1) expedir la INE en consulados y embajadas; 2) para inscribirse en la Lista Nominal podían hacerlo desde dispositivos móviles o computadoras; y 3) se implementó el modelo de observación electoral para la comunidad migrante.

Con estos avances la participación de la comunidad en el exterior se volvió menos engorrosa, sin embargo, el modelo constantemente ha sido actualizado, ya que en la era de la tecnología y la información es necesario apoyarse de las nuevas tecnologías. El voto postal en sus inicios era la única forma para hacer valer la voz en México y sigue siendo el método por excelencia para que la comunidad migrante sufrague.

Por eso en 2021, el INE aprobó la implementación del voto por internet a través de un sistema y aplicación que son llevados por el instituto. En ese año también se tuvieron las elecciones más grandes de la historia (por segunda vez) y el voto desde el exterior también se implementó para que se pudieran elegir las gubernaturas de Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.

Finalmente, para fortalecer la participación de los mexicanos en el exterior y teniendo en cuenta que Estados Unidos es el país donde más connacionales residen. Para los comicios de Coahuila y Estado de México de 2023 se implementó el voto presencial en 4 sedes consulares: 3 en la Unión Americana (Los Ángeles, Chicago, Illinois) y 1 en Canadá (Montreal). El objetivo es que las y los mexicanos puedan votar como lo hacemos nosotros en el territorio nacional.

Empero, para el 2 de junio los y las mexicanas residentes desde el extranjero podrán votar en 23 sedes consulares: 20 en Estados Unidos, 2 en Europa y 1 en Canadá. Sin duda alguna el peso de nuestros connacionales es importante, ya que cuando ellos participan la democracia se fortalece y con ello los nexos con México se fortalecen. Su credencial para votar no solo es una identificación oficial, sino que también su INE es su voz en México.

Nuestro país es de las naciones que más ha innovado para garantizar el voto desde el exterior, ya que el peso de la comunidad migrante no solo se ve reflejada en el volumen de remesas, sino en las cifras de los que viven en el exterior. A pesar de que su participación no se puede comparar con la territorial, en cada proceso electoral aumenta y tan se sabe de su relevancia que las candidatas presidenciales han hecho viajes al exterior.

Sebastián Godínez Rivera es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Cursó un diplomado en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Fue profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Actualmente, es columnista en Latinoamérica21, Politicx y conductor del programa de radio Café, política y algo más.

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