Pese a presiones, la CNDH no interpondrá ningún recurso contra la reforma judicial; es un triunfo del pueblo y un avance en derechos humanos
“La CNDH no satisface agendas partidistas. Lo dijimos desde un inicio, y lo hemos demostrado de sobra. No nos hemos prestado ni nos prestaremos a esa pobrísima visión del servicio público y de lo que es un organismo público de defensa de los derechos humanos. De hecho, quienes nos presionan lo saben y por eso lo único que hacen es el espectáculo de acudir a nuestras oficinas para ‘interponer quejas’, decir discursos para ofender e insultar, y tomarse la fotografía para montar sus campañas”, destaca la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al recalcar que el organismo no defiende banderas políticas ni es comparsa de estrategias partidistas
Por. Valentín Alemán Santillán
Al aseverar que la reforma al Poder Judicial es el resultado de la voluntad popular y una de las consecuencias derivadas del proceso democrático del 2 de junio, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que no interpondrá ninguna acción de inconstitucionalidad contra lo aprobado por la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
En un pronunciamiento publicado ayer lunes 16 de septiembre, la CNDH subrayó que después de realizar un análisis serio y exhaustivo de la reforma, así como de las condiciones en que se llevó a cabo su aprobación en el Congreso de la Unión y la publicación por parte del Ejecutivo federal, determinó no actuar en contra del triunfo del pueblo, lo que constituye un avance en materia de derechos humanos.
La Comisión, denunció también, que actores partidistas han tratado de presionar al organismo para que interponga una acción de inconstitucionalidad para paralizar los efectos de la reforma y así usar a la CNDH para satisfacer ambiciones de grupo ajenas a los intereses de las y los mexicanos.
De hacerlo, precisó, equivaldría a dejar en manos del Poder Judicial el destino de la nueva legislación. Son las argucias que siempre han utilizado, y por eso su empeño en manipular a la CNDH y sumarla a sus cálculos. Así lo han hecho desde que inició la actual gestión, y hemos resistido, y seguiremos resistiendo, porque nuestro único compromiso es con el pueblo.
La CNDH, sostuvo que no satisface agendas partidistas. Lo dijimos desde un inicio, y lo hemos demostrado de sobra. No nos hemos prestado ni nos prestaremos a esa pobrísima visión del servicio público y de lo que es un organismo público de defensa de los derechos humanos. De hecho, quienes nos presionan lo saben y por eso lo único que hacen es el espectáculo de acudir a nuestras oficinas para ‘interponer quejas’, decir discursos para ofender e insultar, y tomarse la fotografía para montar sus campañas.
Precisó que la defensa de los derechos humanos no es un circo y que en un país como México implica, sobre todo, tener muy claro cuáles son las necesidades y las carencias del pueblo para resarcirlas. Y tenemos claro que Libertad, Justicia e Igualdad son los reclamos históricos de las y los mexicanos.
El organismo defensor de los derechos humanos, recalcó que la reforma judicial es facultad única del Legislativo como poder reformador de la Constitución, no de la Suprema Corte de Justicia ni del Poder Judicial.
Además, el proceso incluyó la celebración de diálogos nacionales, donde se expresaron diversos sectores de la sociedad en un amplio ejercicio de la democracia participativa. Su análisis en la Cámara de Diputados y el Senado de la República fue exhaustivo y suficiente, a pesar de un ambiente por momentos ríspido y los desafortunados intentos de violencia en el Senado, la aprobación final de la reforma fue pacífica y apegada a derecho, reflejo del sistema democrático que hoy prevalece en nuestro país, apuntó.
La CNDH, concluyó que al no identificarse vicios en el procedimiento legislativo y que la reforma modifica directamente la Constitución, no puede ser impugnada mediante una acción de inconstitucionalidad porque no se trata de una norma inferior sujeta a comparación con la Constitución, sino de la voluntad soberana del pueblo reflejada en la modificación de las disposiciones que rigen al Poder Judicial, que harían absurdo, como algunos pretenden, cederle a este el rumbo de su transformación. No sólo es improcedente legalmente sino que sería una traición al pueblo. Algo que nosotros no vamos a hacer.
CNDH-17Sep(Fotos CNDH)