El presidente no sufre violencia política de género
Partiendo de la definición, se hace énfasis en las mujeres debido a que históricamente estuvieron relegadas y se les negó la participación político-electoral, esto quiere decir que no se les postulaba, cuando ganaban un cargo eran retiradas y sustituidas por un hombre o simplemente eran asignadas en lugares donde el partido siempre perdía
Por: Sebastián Godínez Rivera
La semana pasada el presidente se volvió tendencia al señalar que todo lo que le dicen sus adversarios también es Violencia Política en Razón de Género (VPRG). El INE la define como “toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada, que tenga por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres, el acceso al pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a su cargo, labor o actividad»
Partiendo de la definición, se hace énfasis en las mujeres debido a que históricamente estuvieron relegadas y se les negó la participación político-electoral, esto quiere decir que no se les postulaba, cuando ganaban un cargo eran retiradas y sustituidas por un hombre o simplemente eran asignadas en lugares donde el partido siempre perdía.
Sin embargo, el Tribunal Electoral a través de varias sentencias ha extendido los alcances de la violencia política, por ejemplo, intimidación, no otorgar recursos a los sectores femeniles en los partidos, expresarse despectivamente de las mujeres en medios de comunicación e incluso en el lenguaje verbal y escrito esto puede ser sancionado. Los ejemplos son diversos desde la intimidación de autoridades electorales, burlas en spots de televisión hacia las mujeres en las cuales se les considera que son manejadas por hombres hasta las expresiones vertidas por el ejecutivo.
Ahora bien, la VPRG no es exclusiva para las mujeres, empero, la relación histórica política-mujeres ha estado marcada principalmente por el machismo y la imposición de personajes. Los hombres no estamos exentos de violencia de género, pero los casos pueden ser mínimos, ya que las estructuras partidistas locales y nacionales, los cargos de representación y posiciones de poder son encabezadas principalmente por el género másculino.
Partiendo de otra parte de la definición del INE, menospreciar o limitar la participación de las mujeres en el ámbito público, para efectos de este texto. Las 8 gobernadoras que actualmente tiene México, la ministra presidenta, legisladoras federales o locales, las pre candidatas presidenciales de la oposición han sufrido VPRG, lo que demuestra que ninguna mujer está exenta de esto.
Por ejemplo, la gobernadora de Guerrero Evelyn Salgado es señalada constantemente de que el poder tras la silla es su padre, el senador Félix Salgado; la difunta gobernadora de Puebla Martha Erika Aloso era representada como un títere controlada por su finado marido Rafael Moreno Valle; la exposición de fotos íntimas de legisladoras priístas por parte de la gobernadora Layda Sansores es violencia política; la ministra presidenta siendo denostada por sus resoluciones y sus discursos no ha pasado desapercibida; Xóchitl Gálvez y su apodo de la “señora” o “la títere, pelele de los poderosos”;las ex Primeras Damas también han sido objeto de burlas y ofensas; y estos son solo algunos casos. Los señalamientos provienen principalmente de hombres, pero son mujeres quienes también ejercen este tipo de violencia.
Asimismo, las acusaciones que ha hecho el presidente carecen de fundamento por dos principales razones:
1) siendo el titular de la Administración Pública Federal y un funcionario electo a través del voto, debe tolerar las críticas que son parte de debate público. Si bien, algunas rebasan los límites de la crítica este debe tolerar los comentarios ya que de acuerdo con el Tribunal Electoral “los funcionarios públicos al ser personalidad electas y públicas deben ser receptivas a las críticas”.
En un pasado no muy lejano el hoy presidente señalaba a varios presidentes de jefe de la mafia del poder, chachalacas, espurios entre otros. Pero las críticas no se limitan solo a su adversarios políticos, sino a sectores que no comulgan con su gobierno, por ejemplo, organismos autónomos, comunicadores, academia, clase media, organizaciones de la sociedad civil, mandatarios extranjeros y la lista sigue.
2) El derecho de réplica presidencial no existe y hay una equidad en las condiciones para dar respuestas. El ejecutivo cuenta con la máxima tribuna, Palacio Nacional, la cual tiene resonancia en todos los medios de comunicación y sus seguidores. Nadie cuenta con esa fuerza para responder, denostar y atacar.
Por otro lado, el contenido de las respuestas no es el que corresponde a un Jefe de Estado, señalar sin pruebas a los sectores antes mencionados solo incentiva la polarización ya que sus opiniones tienen efectos en todos los aspectos de la vida social. Particularmente, su crítica a la VPRG no es aplicable debido a que a diario hay una conferencia en la cual puede responder a las críticas.
Además, de que el mandatario es el principal impulsor de la violencia política al menos preciar a las mujeres, no solo a Xóchitl Gálvez, las expresiones vertidas pueden encontrarse en diarios y conferencias contra las madres buscadoras, movimientos feministas, legisladoras de oposición, magistradas y consejeras electorales, juezas, la presidenta del Perú por mencionar algunos. El presidente es que incentiva y ejerce la violencia contra las mujeres a través de sus expresiones que impactan en la población, ya que ellos repiten el mismo discurso polarizador.
Por último, también quisiera abordar brevemente que el término VPRG también se ha ido desvirtuando y perdiendo la esencia de lo que es. Muchas veces sectores femeniles y de la comunidad de la diversidad sexual señalan que las críticas válidas y con fundamento son expresiones de violencia política. Es importante poner atención a cómo se usan estas palabras y evitar su desgaste, ya que ante el constante uso de éstos a los ojos de la gente el término es mínimo y no tiene una relevancia ya que es usado por todo mundo.
Sebastián Godínez Rivera
Sebastián Godínez Rivera es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Cursó un diplomado en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Fue profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Actualmente, es columnista en Latinoamérica21, Politicx y conductor del programa de radio Café, política y algo más.