Luis Almagro condena al asalto a la Embajada de México en Ecuador: “Nada justifica su violación”, afirma
“No podemos admitir que quede como precedente lo ocurrido en Quito este fin de semana. Debemos exigir que se retome la senda de la legalidad internacional en el pleno respeto a las normas que le son fundamentales y se restituya la situación a su estado anterior antes de abrir el camino para el recurso a las vías pacíficas de solución de las posibles controversias”, subraya el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro Lemes
Redacción Círculo Rojo
Mientras el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos se alista a celebrará mañana miércoles 10 de abril una reunión extraordinaria para analizar la violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y su relación con la figura del asilo, así como las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, a solicitud de las Misiones Permanentes de Colombia y Bolivia, el secretario general de la OEA, Luis Almagro Lemes, condenó el asalto a la Embajada de México en Quito, Ecuador, el pasado viernes 5 de abril.
Advirtió que las acciones de Ecuador afectan los principios fundamentales del ordenamiento jurídico internacional y nada justifica su violación. Estos, subrayó, no son ejemplos a seguir y exigió que se retome la senda de la legalidad internacional.
Almagro Lemes, sostuvo que los hechos ocurridos en Quito, y que han afectado la inviolabilidad de la misión diplomática de México, vulneran principios fundamentales del derecho internacional universal, americano, convencional y consuetudinario.
Recordó que hace apenas dos años el Comité Jurídico Interamericano, a solicitud de la Asamblea General de la OEA, declaraba que la norma sobre la inviolabilidad de los locales diplomáticos no admite ningún tipo de excepción, y que los eventuales abusos a la norma sobre la inviolabilidad de los locales de la misión diplomática, en situaciones relativas a la concesión de asilo diplomático, deben ser resueltos recurriendo exclusivamente a las medidas previstas por el derecho diplomático. Lamentablemente nada de ello ocurrió el 5 de abril, acotó.
No hay duda alguna, dijo, que las acciones emprendidas por las autoridades ecuatorianas contra la sede diplomática de México afectan gravemente los principios fundamentales del ordenamiento jurídico internacional, tan caros al sistema interamericano desde sus inicios: la inviolabilidad de las misiones diplomáticas, y la solución pacífica de las controversias.
Nada justifica su violación; aceptarla es borrar de un plumazo la norma más elemental sin la cual no hay relaciones diplomáticas posibles entre nuestros países. Los casos en que esta norma ha sido violentadas son recordados por todos como manchas imborrables para aquellos que la cometieron, enfatizó.
El titular de la OEA, sostuvo que en toda disputa o controversia es precisó cumplir con otro principio fundamental del derecho internacional también vulnerado en este caso: la solución pacífica de controversias.
No es el uso de la fuerza, la irrupción ilícita a una misión diplomática, ni la detención del asilado, la vía pacífica de solucionar esta situación. El capítulo quinto de nuestra carta constitutiva es determinante: las controversias internacionales entre los Estados Miembros deben ser sometidas a los procedimientos de solución pacífica señalados en esta carta, resaltó.
Ante el Consejo Permanente de la OEA, Almagro se refirió al caso de Elena Quinteros, arrancada por la fuerza por la dictadura uruguaya y desaparecida el 28 de junio de 1976 cuando estaba en los jardines de la embajada de Venezuela; este y lo sucedido en la sede la Organización en Managua, no son ejemplos a seguir, y son inadmisibles de todo punto de vista.
No podemos admitir que quede como precedente lo ocurrido en Quito este fin de semana. Debemos exigir que se retome la senda de la legalidad internacional en el pleno respeto a las normas que le son fundamentales y se restituya la situación a su estado anterior antes de abrir el camino para el recurso a las vías pacíficas de solución de las posibles controversias, concluyó.
(Fotos OEA)