Entre lágrimas, oraciones y espontáneos aplausos, miles de fieles despiden al papa Francisco
Tras la santa misa exequial por el papa Francisco, presidida esta mañana por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, el cortejo fúnebre del Pontífice emprendió su camino hacia la Basílica de Santa María la Mayor, uno de los lugares más queridos por el Santo Padre, y donde quedarán depositados sus restos mortales, cumpliendo así su deseo de reposar junto a la Virgen que tantas veces visitó discretamente antes y después de cada viaje apostólico, así como al final de sus hospitalizaciones

Traslado del féretro desde la Basílica de San Pedro hasta el templo mariano de Santa María la Mayor. A lo largo del recorrido, unas 150 mil personas estuvieron presentes en el último adiós al papa Francisco entre cantos, lágrimas y oraciones
Redacción Círculo Rojo
Entre lágrimas, oraciones y un silencio sólo interrumpido por espontáneos aplausos en medio de una ceremonia que combinó la solemnidad del rito con la emoción de un legado inolvidable, miles de feligreses despidieron este sábado 26 de abril a Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano.
Tras la santa misa exequial por el papa Francisco, presidida esta mañana por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, el cortejo fúnebre del Pontífice emprendió su camino hacia la Basílica de Santa María la Mayor, uno de los lugares más queridos por el Santo Padre, y donde quedarán depositados sus restos mortales, cumpliendo así su deseo de reposar junto a la Virgen que tantas veces visitó discretamente antes y después de cada viaje apostólico, así como al final de sus hospitalizaciones.
A lo largo del recorrido por toda la ciudad desde el Vaticano hasta la Basílica, unas 150 mil personas estuvieron presentes en el último adiós al papa Francisco entre cantos, lágrimas y oraciones.




El aparato logístico y de seguridad desplegado para el funeral fue tan imponente como silencioso. Más de 10 mil personas participaron en las labores de seguridad, atención médica y logística. Entre ellos, 4 mil efectivos policiales, 2 mil agentes de tránsito, y 4 mil voluntarios, coordinados para garantizar que nada empañara el recorrido hacia la úlima morada del Papa.
El operativo incluyó francotiradores apostados en los tejados, unidades caninas, especialistas en desactivación de explosivos y patrullas fluviales en el Tíber. En el cielo, helicópteros y drones vigilaban el perímetro, mientras que en tierra se desplegaron unidades antiterroristas, antisabotaje y vehículos especiales NBCR para la detección de sustancias tóxicas o radiactivas.
Por primera vez en una ceremonia papal, se utilizó la tecnología RCD anti-drones del Ejército, capaz de interceptar amenazas aéreas no identificadas. Además, equipos jammer bloqueaban señales de teléfonos móviles sospechosos, como medida de precaución frente a posibles intentos de atentado tecnológico.
En materia sanitaria, el sistema Ares 118 movilizó 50 ambulancias, 6 puestos médicos avanzados y más de 20 unidades de bomberos, asegurando una atención rápida ante cualquier eventualidad en medio de una multitud emocionada y, en algunos casos, exhausta por las largas horas de espera.
Al llegar a la Basílica de Santa María la Mayor, la ceremonia del entierro se desarrolló de manera privada en un nicho de la nave lateral del santuario mariano, el más antiguo de Occidente.
La cripta hecha de mármol de la región italiana de Liguria, sólo lleva la inscripción FRANCISCUS y una reproducción de su cruz pectoral.
La tumba, ubicada entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza, se encuentra junto al Altar de San Francisco.
(Fuente Vatican News)