De matrimonios, elecciones y poder

Por: Sebastián Godínez Rivera

El viernes se casaron Claudia Sheibaum y Jesús Tavira, es significativo porque la ex jefa de gobierno era la única candidata soltera. Xóchitl Gálvez y Samuel García entraron con anillo en mano a la contienda por la presidencia. Sin embargo, en política no hay casualidades y la boda del viernes es símbolo de amor, pero también pretende influir en el electorado.

Para las sociedades modernas el matrimonio sigue siendo de gran relevancia, a pesar de que los tiempos han cambiado, el casamiento sigue siendo una institución. Este puede llevarse a cabo por amor, por conveniencia e incluso con ánimos de posicionarse en una campaña. A lo largo de éstas líneas expondré casos en los que el casamiento funcionó como puerta para acceder al poder, para retenerlo e incluso cómo las parejas de algunos candidatos pueden jugarles en favor o en contra.

1. Mandatarios Solteros

En el mundo de la política, son pocos los presidentes o Primeros Ministros que son solteros, uno de ellos es el exmandatario galo, Francois Hollande, quien a lo largo de su mandato brindó muchas especulaciones al ser visto con varias mujeres. Hollande terminó su administración soltero, pero de acuerdo con medios como Le Figaro o Le Monde, llegó a ser uno de los solteros más codiciados de Francia.

2. Soltería antes de llegar al poder

En algunos casos líderes y lideresas estaban solteras antes de llegar a los altos cargos de la política. Margaret Thatcher en las elecciones de 1950 compitió por un escaño al parlamento por el distrito de Dartford, sin embargo, perdió ante su contrincante laborista. En la campaña fue apoyada por el empresario conservador Dennis Thatcher, quien luego de la derrota le pidió contraer nupcias.

A pesar de los dotes políticos de Thatcher, el matrimonio le abrió una puerta al mundo de la política, ya que como miembro de la clase media y soltera, los integrantes del Partido Conservador la hacían menos. Después de contraer nupcias, su posición socioeconómica cambió y esto le permitió mayor movilidad, hasta que en 1979 se convirtió en la Primera Ministra del Reino Unido e Irlanda del Norte.

En este caso particular, el matrimonio abrió otras puertas, para que Thatcher pudiera ascender en la política, sin restarle sus dotes de liderazgo. Sin embargo, la familia es importante para el conservadurismo social, por lo tanto, al casarse y formar una familia con 2 hijos esto fue atractivo para el partido y los votantes.

En México, está el caso de la pareja presidencial, Vicente Fox y Martha Sahagún, quienes contrajeron nupcias en 2001 cuando el presidente ya había iniciado el primer sexenio de alternancia en la historia mexicana. Sahagún era su vocera y terminó convirtiéndose en la Primera Dama. La dinámica en la que ejercían el poder generó muchos cuestionamientos,  cuando periodistas como Julio Scherer y Olga Wornat, escribieron que la Sra. Marha estaba presente en las reuniones del gabinete y tomaba decisiones.

La figura de la Primera Dama es protocolario, pero no es un cargo que se involucre en las funciones de gobierno. Si bien en los 2000 México tuvo su primera alternancia también tuvo su primera pareja presidencial. El objetivo de Martha Sahagún era ser candidata de Acción Nacional para 2006, empero, este sueño quedó truncado cuando en 2004 Fox en una entrevista dijo que  al terminar su gobierno, él y la señora Martha se retirarían al Rancho San Cristóbal.

3. Matrimonio para traspasar o mantener el poder

América Latina tiene casos particulares sobre los matrimonios y el ejercicio del poder. Argentina que tuvo elecciones el domingo y eligió a Javier Milei como presidente (un personaje controversial e interesante) es de los países que han testificado cómo el amor y el poder llegan a ser una buena combinación.

En los años 40 y 50 del siglo XX, la Argentina estuvo gobernada por Juan Domingo y Eva Perón quienes se volvieron un ícono de la política. La historia de una actriz y un militar que se enamoran y cuando llegaron al poder se enfocaron en apoyar a los más pobres. Sin embargo, su historia va más allá del amor y los humildes, pues para las elecciones de 1951 Perón se postuló a la reelección y Eva quería ser vicepresidenta, pero los militares se opusieron a esto.

El peronismo quedaría plasmado con el abrazo de la lealtad peronista en 1951, cuando Eva y el coronel se abrazaron ante la multitud. Meses después Eva Perón moriría y Juan Domingo sería derrocado por un golpe de estado en 1952. No fue hasta 1973, cuando el militar volvió del exilio casado con María Estela Martínez y ambos se postularon en fórmula para la presidencia y vicepresidencia.

Ganaron las elecciones, pero Juan Domingo murió en 1974 y María Estela asumió la presidencia. Ella fue derrocada por el golpe de estado de 1976. El peronismo no sólo se ha sustentado en el poder, sino también en el matrimonio, no obstante, 27 años después otra pareja peronista llegaría a la presidencia de la Argentina.

En 2002, Néstor Kirchner se convirtió en presidente, mientras su esposa Cristina Fernández era senadora del oficialismo. Ambos trabajaron en equipo para sacar adelante todas las reformas que buscaban implementar. Fue en 2007 cuando la senadora y Primera Dama se postuló a la presidencia y ganó para continuar con la agenda peronista-kirchnerista.

Empero, en 2010 Néstor Kirchner falleció y en un paralelismo con Eva y Juan Domingo Perón, Cristina quedó sola al mando. Se hicieron funerales en el que líderes, obreros, ciudadanía y comunidad internacional asistieron para despedir al expresidente. La historia reciente les guarda un lugar a Néstor y Cristina como una más de las parejas presidenciales.

Ahora bien, los matrimonios no solo sirven para atraer votos en regímenes democráticos sino que en los autoritarismos también ocurre y el amor puede adquirir formas extrañas. El diario El País tituló una nota de la siguiente forma: Daniel Ortega y Rosario Murillo: la pareja tóxica de Nicaragua. Se ganó ese título debido a la forma en la que el país ha transitado de una democracia a una autocracia.

Daniel Ortega y Rosario Murillo eran guerrilleros que luchaban contra la dictadura de Anastacio Somoza. Su historia cobra relevancia a partir de 2006 cuando Ortega ganó el poder en Nicaragua, pero no sería sin la ayuda de Murillo quien le aconsejó cambiar la imagen de militar, por la de un líder social, dejar atrás el uniforme y usar guayaberas. Esto le dio un aspecto más civil y disminuyó la imagen del guerrillero radical en el imaginario colectivo.

Ortega no ha dejado el poder desde 2006 y ha sido su esposa quien más se ha beneficiado de ello. Actualmente ella ocupa el cargo de Coordinadora de Propaganda, Primera Dama, desde 2017 es la vicepresidenta del país y recientemente se convirtió en la presidenta de la Suprema Corte, luego de que ella se autoproclamara así. El caso nicaragüense es la muestra de que el matrimonio también puede ser utilizado como una táctica para concentrar poder.

4. Amar al presidente, pero más ¿al pueblo?

El divorcio también es una técnica que puede restringir o posicionar una candidatura. En 2011 en Guatemala, el entonces presidente Álvaro Colom y la Primera Dama Sandra Torres protagonizaron una de las historias más entrañables de una campaña presidencial. La Carta Magna guatemalteca prohíbe que la familia política y parientes consanguíneos hasta cuarta generación aspiren a la magistratura. 

Sandra Torres pretendía encabezar la nación, pero por esta restricción no le era posible, entonces decidió divorciarse de Colom, ya que así no tendrían ningún parentesco. A pesar de la separación se le impidió competir, pero la forma en la que hizo el anuncio es lo relevante, ya que en conferencia de prensa declaró amo al presidente, pero me divorcio de él porque amo más al pueblo. Esto le ganó muchas simpatías ante la sociedad, porque se percibió que ella estaba dispuesta a renunciar a su vida personal, por servir.

Este es uno de los pocos casos que existen a nivel global, que muestra cómo el amor y el desamor interesan a los votantes. Si bien, Sandra Torres no pudo competir logró posicionar su imagen por todo el país, lo cual le ganó muchas simpatías.

5. Cambiar el amor por la política

El caso que quiero presentar aquí es el del presidente francés Jacques Chirac y Jacqueline Chabridon. Los sucesos se dieron cuando Chirac era Primer Ministro del presidente Valery Giscard d’Estaing (1974-1976) entonces el premier estaba enamorado de Jacqueline Chabridon cuando era reportera y ésta comenzó a cubrir sus conferencias de prensa. Sin embargo, Chirac estaba casado con Bernadette Chodron de Courcel quien había tolerado varias infidelidades.

En plena campaña presidencial, el Primer Ministro propuso a su equipo de campaña divorciarse de su esposa y luego casarse con la joven reportera. Esto fue mal visto por su coordinadora, Marie-France Garaud, quien para evitar escándalos se reunió con la amante del ministro y dio por terminada la relación. La decisión fue tomada debido a que consideraban que un presidente divorciado era mal visto por la ciudadanía y más si éste se casaba con otra mujer.

Dos semanas después de la ruptura, el apartamento de Jacqueline Chabridon fue asaltado, pero solo se llevaron las cartas que Chirac le había enviado. La pareja terminó por separarse y así el ministro perdió a su amada y también la presidencia, ya que no logró habitar el Palacio del Elíseo hasta 1995, ósea 20 años después. 

6. Paralelismo en los matrimonios mexicanos

El casamiento de Claudia Sheinbaum no es un hecho aislado, sino que responde a una estrategia que implementó el expresidente Enrique Peña Nieto. El líder priísta hizo público su noviazgo con la actriz Angélica Rivera, en el programa Shalalá de Sabina Berman y Katia D’Artigues. Fue en 2008 cuando aún gobernaba el Estado de México y a 3 años de que se celebraran los comicios presidenciales.

Claudia Sheinbaum hizo lo mismo, pero ella habló sobre su boda en el programa de Martha Debayle en W Radio. En septiembre de 2023 hizo el anuncio y a diferencia del primero, la ex jefa de gobierno lo hizo a días de haber iniciado formalmente el proceso electoral 2023-2024.

Asimismo, las bodas del entonces gobernador del Estado de México y la ex mandataria capitalina se celebraron en vísperas de la elección presidencial. En estos casos podemos destacar cómo una estrategia exitosa puede ser replicada en futuras competencias electorales. El objetivo de los casos anteriores es influir en el electorado y apostar por la política de los sentimientos.

En conclusión, a lo largo del texto se muestra cómo el amor y el matrimonio tienen un rol político cuando se trata de ascender al poder. Desde iniciar una carrera política, pasando por la explotación de los divorcios en aras de un bien superior y finalmente en la réplica de ciertos modelos. Tanto en la política como en el amor, todo se vale o casi todo ¿No lo creen?

Sebastián Godínez Rivera

Sebastián Godínez Rivera es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Cursó un diplomado en Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Fue profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Actualmente, es columnista en Latinoamérica21, Politicx y conductor del programa de radio Café, política y algo más.

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